jueves, 29 de marzo de 2012

¡Qué mala suerte!

Hace poco participé en un concurso. Cuando lo vi pensé que era un concurso más o menos sencillo y me preparé un poco para poder ser el ganador del premio mayor que se ofrecía, presté mucha atención a las indicaciones que se nos daban y traté de controlar los nervios.


Durante el desarrollo del concurso todo iba bien, estaba adelante y podía tentar el premio mayor, hasta cierto momento en que me equivoqué en dar una respuesta, luego la siguiente persona acertó y quien le seguía empezó la última ronda del concurso, y fue él quien finalmente tentó el premio mayor, si bien no logró llevárselo sí consiguió un premio final muy bueno por el cual estuvo más que contento.


En cuanto a mí, en mi cabeza sólo sonaba la famosa frase ¡qué mala suerte tuve! cuando pensaba en que yo había estado adelante en la mayor parte del concurso y sólo en la última ronda perdí la oportunidad.


Años atrás una persona me dijo que la suerte se construye y que una persona tiene suerte porque construyó su oportunidad. Pensé en eso y me di cuenta que quien ganó el concurso fue quien menos errores cometió en la ronda donde la puntuación era más alta, quien se mantuvo concentrado y tranquilo en el momento en que más debió estarlo, es decir, quien construyó su buena fortuna en el momento que debió construirla. Es así entonces que ganó quien debió ganar y al final, me divertí mucho participando y logré un premio nada despreciable.


Pero creo que lo que más me gustó fue la experiencia de estar ahí en ese momento, aún más que el premio que recibí.


Al final no tuve mala suerte, por lo menos no como el caso del protagonista del curioso video de la canción It's Raining Again de Supertramp (del álbum Famous Last Words de 1982)



martes, 27 de marzo de 2012

Si el mundo termina...

A veces necesitamos una pausa, un instante, para reconocernos nuevamente. La música, el arte, la inocente adolescencia, la mirada detenida de quien realmente nos necesita bastan para saber que aunque este mundo reviente, no importará, si se está al lado de quienes amamos. El ser humano es el más frágil de los seres y el universo entero puede destruirlo en el más fugaz de los instantes, pero aun así, en toda su imperfección, la naturaleza humana es más noble que la totalidad de lo creado, pues en ese momento del fin es consciente de sí misma y de que muere. El universo, en toda su magnificencia, no tendrá entonces quién sepa de su belleza.

No somos la zafia rutina que vivimos día a día, ni la pobreza ni el dolor que nos rodea. Somos el recuerdo de nuestros padres, la sonrisa de nuestros hijos, el generoso desprendimiento de la amistad. Las grandes historias están en la fantasía y el cine, en las épicas rapsodias, en las epopeyas que necesitamos beber para superar la miseria que se nos impone al nacer. Los pequeños detalles, los actores secundarios, la resignada sabiduría de la madurez es lo que nos toca.

Y si lo sabemos valorar, podremos reírnos del tiempo que se nos va, de las supuestas glorias que debimos alcanzar, de los ridículos placeres que nos desean vender. Tomaremos nuestro corazón niño y lo abrazaremos fuerte para celebrar la fortuna de no estar solos en un mundo tan sórdido y cruel. Sabremos que tenemos el gran privilegio de la reflexión y de mirar atrás, cuando otros, el resto, la gran mayoría, solo tiene por razón sobrevivir un segundo más. Entonces le diremos a nuestros padres “gracias”, a nuestros hijos “ven, vamos a jugar”. A ella “Si el mundo termina me basta estar a tu lado”.

No necesitamos más.

O, tal vez, una buena melodía. Y bailar. Sin orden ni concierto. Aunque el mundo reviente, para volver a empezar. I don't need to be forgiven The Who.

 


viernes, 23 de marzo de 2012

Una carrera muy esperada

Hace poco vi en el blog español De Fan a Fan este video y no pude aguantar las ganas de compartirlo con los que nos leen.


¿Eres de los que siempre han querido montarse en el batimovil? ¿Siempre haz querido saber qué tan rápido puede correr ese famoso auto? Pues en mi caso la respuesta es sí a ambas preguntas, pero la gente de Super Power Beat Down fueron aún más lejos y tomaron dos muy conocidos modelos del batimovil (el auto de Batman para los que no lo conozcan) y ¡los hicieron competir en una carrera!


Es así que podemos ver al modelo de 1966, el de la serie de televisión de los 60 protagonizada por Adam West, correr junto al modelo de 1989, de las películas de Tim Burton.


El resultado es lo de menos en realidad, claro que hay un plus al ver el premio final de la carrera.


Disfrutenlo.


miércoles, 21 de marzo de 2012

Demasiado

Debo confesar que odio la frase todo exceso es malo pero no puedo negar que es una gran realidad.


Si comes demasiado puedes alterar tu salud, si bebes demasiado también alteras tu salud, si fumas demasiado puedes ocasionarte cáncer. Pero ¿qué pasa si escribes demasiado? ¿qué pasa si sueñas demasiado? ¿qué pasa si amas demasiado?


En 1992 una canción parecía darme la respuesta a una de esas preguntas, se trataba de Too Much Love Will Kill You de Brian May (del álbum Back To The Light)
Interpretada por Brian, la canción transmitía una pena profunda, una sensación de angustia.


Tiempo después me enteraría de algunos detalles del tema y me daba con la sorpresa de que había sido grabada por Queen en su totalidad y que iba a ser parte del álbum The Miracle de 1988, pero unos problemas de derechos de autor (Brian compuso el tema con Frank Musker y Elizabeth Lamers) impedirían que esto fuera posible aquel año. La canción sería lanzada por Brian en el concierto tributo a Freddie Mercury e incluida en su álbum solista, Back To The Light.


Finalmente la versión de la canción que fuera interpretada por Freddie saldría a la luz en 1995 en el álbum Made In Heaven.
Interpretada por Freddie, la canción es totalmente distinta, ahora la pena es casi una resignación, se siente soledad al escucharla, casi puede notarse una gran ausencia en la voz.


Al escuchar esta dos versiones resulta imposible no pensar en el gran cambio que puede notarse en un mismo tema cuando dos artistas distintos lo interpretan. Resulta fascinante también la gran cantidad de emociones distintas que cada artista transfiere en un mismo tema.


Al final, creo que demasiada música también puede afectarte, pues tiene la propiedad de hacerte pensar, meditar y soñar demasiado.

martes, 20 de marzo de 2012

Aquella penúltima noche

Todos los que hemos pasado por las aulas hemos también anhelado dejarlas, es así que bien sea que hayamos pasado por colegios, institutos, universidades, academias o cualquier otro centro de enseñanza, siempre hemos anhelado el abandonarlos, el gran momento de dejar atrás esa etapa y pasar a lo siguiente. Es más, creo que esperamos con más ansias el salir de ellos que el ingresar.


Es obvio que el abandonar un centro de enseñanza trae también una cierta pena intrínseca ya que dejaremos compañeros, maestros y muchos otros elementos que por cierto tiempo hicimos parte de nuestras vidas.


Recuerdo claramente el día de mi graduación de secundaria, aquella noche en la que nuestros padres y maestros nos daban el último adiós oficial de las aulas del colegio, aquella penúltima noche en la que seríamos llamados escolares (nos esperaba un último día en el colegio aún). Pero quizá lo que más recuerdo es que en mi cabeza sonaba incesantemente el solo de guitarra de It's A Hard Life de Queen (del álbum The Works de 1984).
A pesar de que no había escuchado la canción hacía ya un tiempo, en mi cabeza sonaba la melodía y me recorrían pensamientos relacionados básicamente con el titulo del tema (la letra hace referencia al amor).


¿Era en verdad una vida difícil la que me esperaba? ¿Qué tan difícil podría ser la vida al salir del colegio? ¿Qué cosas deberé hacer de ahora en adelante?


Temores, esperanzas y anhelos son lo que nos asaltan en los momentos en que ponemos fin a una etapa de nuestra vida, aquel momento en el que esa etapa se convierte en un recuerdo y deja de ser nuestro presente. Y siempre habrá una melodía que podrá acompañar esos momentos.

viernes, 16 de marzo de 2012

La noche y Morrisey

14 de marzo, 9:05 pm, después de una poco común actuación vocal a cargo de Kristeen Young y varios videos, un telón cayó sobre el escenario y, seguido de 4 músicos semidesnudos y uno trasvestido, apareció en escena una de las leyendas vivientes de la música: Morrisey.

El escenario mantenía una única pantalla gigante detrás de los músicos, las luces complementaban perfectamente cada una de las canciones pero era la sola presencia de Morrisey la que de alguna manera casi mágica lograba llenar cada espacio dentro del mismo escenario mientras su voz simplemente llenaba todo alrededor. Una voz única y que se mantiene intacta a lo largo de los años, una voz potente que lograba transmitir perfectamente las emociones contenidas en cada uno de los 19 temas que conformaron el set list que los que tuvimos la suerte de estar ahí, disfrutamos a plenitud.

Es un completo lujo ver a Morrisey en vivo, no hay otra manera de expresarlo.

En todo momento se mostró como un tipo correcto y respetuoso de su público, dando lo mejor de sí mismo es cada uno de los temas, sin importar la reacción del público que en algunos casos fue casi nula ante los temas menos conocidos. Y el respeto estuvo presente en todo momento, desde su saludo inicial llamando a nuestra ciudad como la ciudad de los reyes, pasando por las repetidas veces que agradeció al público tanto con palabras como con gestos, hasta el momento que más enamoro a los presentes al decir "esperé muchos años para venir y no me arrepiento".

La banda que acompañó a semejante leyenda estuvo conformada por 5 excelentes músicos que nos regalaron momentos espectaculares en los temas más poderosos de la noche. Como ya lo mencionamos, Jesse Tobias (guitarra), Solomon Walker (bajo), Matt Walker (batería) y Gustavo Manzur (teclados), sus músicos, aparecieron en el escenario vestidos únicamente con pantalones cortos de color amarillo, mientras que Boz Boorer (guitarra) aparecía trasvestido. La batería se mostraba imponente, teniendo una pequeña bandera peruana en el bombo. Momentos grandiosos nos regalaron estos músicos sobre todo en las impactantes Meat Is Murder y How Soon Is Now?

Los momentos memorables de la noche fueron sin duda la apertura del show con First Of The Gang To Die, la excelente Black Cloud que fue coronada por el público coreando el nombre de Morrisey, la aparición de una de las canciones más coreadas de la noche Everyday Is Like Sunday, la pregunta "¿Creen en las Naciones Unidas?" que tuvo como respuesta a I will see you if far-off places (por lo menos fue lo que entendí), el momento incómodo de la noche con Meat Is Murder acompañada de un video muy explícito del maltrato a los animales de cuya carne nos alimentamos lo que provocó que algunas personas mostraran su incomodidad bajando la cabeza, mirando a cualquier otro lugar o incluso conversando. Después de eso Ouija Board, Ouija Board se encargó de calmar los ánimos. Let Me Kiss You finalizaba con el músico regalando su camisa al público. Luego mi momento especial con There Is A Light That Never Goes Out que sinceramente ni soñaba escuchar. Más adelante How Soon Is Now? arrancaba gritos, bailes, manos alzadas y saltos, mientras la banda hacía gala de su calidad cerrando el tema de una manera espectacular, Boorer mostraba su histrionismo durante la canción, simple y sencillamente una delicia. La banda salía del escenario sólo para volver minutos después con una ovación espectacular del público y con One Day Goodbye Will Be Farewell para cerrar la noche.

Es muy difícil escribir acerca de la experiencia de estar ante un músico tan imponente como Morrisey, es más difícil aún tratar de expresar las emociones que se sentían al escuchar tal cantidad de excelentes temas. Sólo podemos decir que lo disfrutamos al máximo.

Eso sí, no podían faltar aquellos que, cámara en mano, tomaban fotografías y filmaban hasta el cansancio el escenario. Siempre me preguntaré ¿se puede disfrutar un concierto de esa manera? ¿no es mejor disfrutar de la música en vivo que a través de fotografías y videos?

Ya Morrisey se fue, sólo nos queda agradecerle el habernos dejado el show que vimos y disfrutamos. Y nos quedamos con la esperanza de que otras grandes leyendas nos visiten pronto.

Nota: Las imágenes que acompañan esta nota han sido tomadas de Terra Perú en su artículo sobre este mismo concierto.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Los mejores frontman según Xfm

Xfm es la marca que agrupa dos estaciones de radio en Inglaterra (Xfm London y Xfm Manchester). El 9 de marzo se publicó (por lo menos en su web) los resultados de una votación para elegir a los mejores frontman (del rock) de todos los tiempos.
Entiéndase por frontman al líder o la cara al público de una banda de rock.
El resultado es simplemente decepcionante. Antes de comentar publicaremos la lista de los 20 elegidos en orden descendente:



  1. Liam Gallagher (Oasis, Beady Eye)
  2. Freddie Mercury (Queen)
  3. Dave Grahan (Depeche Mode)
  4. Dave Grohl (Foo Figthers)
  5. Matt Bellamy (Muse)
  6. Brandon Flowers (The Killers)
  7. Morrisey (The Smiths)
  8. Jim Morrison (The Doors)
  9. Kurt Cobain (Nirvana)
  10. Alex Turner (Artic Monkeys)
  11. Paul Weller (The Jam, The Style Council)
  12. Mick Jagger (The Rolling Stones)
  13. Tom Meighan (Kasabian)
  14. Eddie Vedder (Pearl Jam)
  15. Joe Strummer (The Clash)
  16. Ian Curtis (Joy Division)
  17. Caleb Followill (The Kings Of Leon)
  18. Ian Brown (The Stone Roses)
  19. Thom Yorke (Radiohead)
  20. Chris Martin (Coldplay)
Pues bien, empecemos con algo básico, no dudo de las grandes cualidades que los señores de la lista muestran sobre el escenario, pero no entiendo qué hacen ciertos nombres en una lista de los "mejores de todos los tiempos".
Hay ausencias imperdonables, casi sin pensar se me ocurren nombres como Robert Plant (Led Zeppelin), Bono (U2), Robert Smith (The Cure), David Bowie, Bruce Springsteen, Steven Tyler (Aerosmith), Axl Rose (Guns N' Roses), Ozzy Orbourne (Black Sabbath), entre otros muchos más.
Lo más insoportable de todo esto es que el insufrible Liam Gallagher fue contactado por teléfono para anunciarle que era el ganador de esta pobre votación a lo que contestó "Greatest frontman? I knew that anyway!" (¿El mejor frontman? ¡Ya lo sabía de todas maneras!).
El resultado de la votación revela que los electores son personas más o menos jóvenes, cuya experiencia musical se centra sobre todo en los 90 y la época actual.
Pero aquí hay algo que se está volviendo constante últimamente, y es la enorme afición de la prensa escrita, hablada y televisiva a efectuar este tipo de votaciones y rankings que poco o nada contribuyen a la música o su difusión.
Esperemos que poco a poco esta afición innecesaria de publicar rankings ostentosos y sin sentido desaparezca para volver a la base de todo: la difusión de la música y las grandes obras de sus todos exponentes.

Y para terminar, una muestra de lo que los grandes frontman pueden hacer:

Mick Jagger (el 12 de la  listilla ) con The Rolling Stones en el estadio de Wembley interpretando Start Me Up. Total dominio del escenario.

Freddie Mercury (el 2 de la listilla) con Queen en el concierto Live Aid, también en el estadio de Wembley. Total interacción con el público.

Robert Plant (ni siquiera aparece en la listilla) con Led Zeppelin.

Jim Morrison (número 8 de la listilla) con The Doors. El dominio de escena se demuestra es espacios pequeños o grandes.
Podríamos seguir colocando más y más ejemplos de los grandes frontman. Por el momento dejamos nuestro recuento ahí.

Siéntanse libres de agregar más nombres a esta lista.

martes, 13 de marzo de 2012

Los otros superhéroes

Mientras buena parte de los fanáticos de los cómics esperan con ansias el estreno de The Avengers (2012); hay otros que miran desolados la ausencia total de Justice League (o La Liga de La Justicia), aquella reunión de superhéroes de la DC Comics. Lo cierto es que Marvel ha tenido mejor suerte con sus personajes en los diversos filmes: Iron Man (2008 y 2010), Thor (2011), Hulk (2003 y 2008) y Captain America (2011). Además, supieron incluir a personajes extras como Black Widow, Hawkeye y Nick Fury, lo que ha permitido dar cierta coherencia y uniformidad a los protagonistas que saldrán con The Avengers. Salvo claro por Hulk, que a la fuerza lo tenían que considerar a pesar de sus dos diferentes largometrajes y sus tres protagonistas (Eric Bana, Edward Norton y Mark Ruffalo).
Más dispar es lo que ha sucedido con la saga de Batman (2005, 2008, 2012), Green Lantern (2011) y Superman (2006), por mencionar algunos. Gracias a Christopher Nolan, Batman se sostiene por sí mismo, pero su estilo más bien realista y sombrío, no encajaría en el mundo más bien naif que se creó para Green Lantern (o Linterna Verde). De Superman mejor ni hablar, porque en estos momentos lo están reinventando.
Una lástima, porque quienes recordamos la serie de cómics, sabemos que las historias en Justice League podían ser muy interesantes y entretenidas, pero también oscuras y dramáticas. La creación de los mundos paralelos con versiones diferentes de los mismos superhéroes para Tierra 1 y Tierra 2 permitía una serie de confrontaciones e historias entrecruzadas.
Mejor suerte han tenido con los dibujos animados que, sin ser extraordinarios, bien podrían sostener un guion rescatable para un largometraje. Total, nada cuesta soñar. Mientras tanto, los fans se consuelan con cortos y cinematics de algunos juegos. Este es el mejor que hemos hallada hasta ahora.

viernes, 9 de marzo de 2012

Asimov y la arrogancia del creador

Robot, painting a selfportrait de Johan Scherft.
Hace poco tuve una interesante charla. El tema, la tan mentada inteligencia artificial. Si bien se trata de un concepto tecnológico que ya existe y se aplica a diario, buena parte de su fama y atractivo para la mayoría radica en su arista más fantástica y futurista: la capacidad de generar una inteligencia que replique la naturaleza humana en toda su dimensión. Si nos detenemos a pensar en ese gusto por desarrollar máquinas automatizadas cada vez más cercanas a la imagen del ser humano, la pregunta es simple.
¿Es necesario? Porque la esencia de toda inteligencia artificial es cumplir a cabalidad el fin para la que ha sido creada. Y para ello, no es necesario que replique los rasgos humanos (salvo que se desee generar alguna empatía en un caso específico), pues está demostrado que las máquinas más funcionales no son antropomorfas. Tampoco que empiece a tener reflexiones de tipo filosóficas o morales.
Como bien me dijo mi agudo y joven interlocutor durante la conversación: “¿Para qué he de dar a una máquina la posibilidad, y con ella el riesgo, de experimentar los defectos del ser humano? Si algo define a toda máquina es su capacidad de cumplir con su función a cabalidad, justo donde el ser humano puede fallar”.
Un aspecto es perfeccionar una inteligencia artificial capaz de aprender, asimilar información y generar conocimiento para que pueda optar por la decisión más correcta, dentro de la función para la que ha sido construida. Otra, que esta empiece a cuestionar la función para la cual ha sido creada. Peor aun, que empiece a cuestionarse a sí misma, que empiece a buscar su  razón de ser.
¿Por qué? Porque es en los actos que realizamos como los seres humanos nos definimos, es a través de las decisiones que tomamos la manera en que hallamos nuestro centro y lugar en el mundo. Y cuando hacemos eso, podemos decidir bien o mal, podemos acertar o equivocarnos; podemos optar, entonces, por el bien o por el mal. La posibilidad de elegir, no dentro de un marco establecido por algoritmos que nos impidan ir más allá; sino de elegir porque sí. ¿Anhelamos que las máquinas tengan esa capacidad?

The Prodigal Son de Brian Despain.
¿Cuál sería la razón para hacerlo? Mi joven interlocutor, tras reflexionar sobre la naturaleza humana, encontró una respuesta simple y categórica: “Solo para decir que lo podíamos hacer y que lo hicimos”. La arrogancia del creador sin duda. Si nos ponemos místicos, habremos de recordar que alguna vez a alguien no le salió bien la idea y tuvo que desterrar a buena parte de sus, hasta entonces, bellas creaciones. ¿Adónde? Pues a este valle de lágrimas. Hay un bello cuento de Gustavo Adolfo Bécquer llamado La Creación, que resume la idea muy bien.

Mejor es quedarnos con la fantasía de la inteligencia artificial en el ámbito de la ciencia-ficción. Y qué mejor sino hacerlo con la serie de relatos de Yo, Robot (1950) de Isaac Asimov. Una lectura para disfrutar y, si se quiere, para reflexionar sobre el mundo que estamos creando. Por cierto, la película del 2004 dirigida por Alex Proyas y protagonizada por Will Smith tiene poco que ver con el libro.

jueves, 8 de marzo de 2012

Lo que no tuvo Star Wars

Entre los incontables artificios derivados de Star Wars, debemos agradecer los videojuegos cortesía de LucasArts. Incluso a aquellos que recién aprovechaban los recursos de los simuladores y las incipientes capacidades de las computadoras personales. Tal vez para algunos ese estilo clásico y más cercano al formato de la trilogía original se perdió con el tiempo, en parte porque todo tiende a evolucionar y también porque sería imposible no añadir la dinámica y el estilo más espectacular que exigen las nuevas generaciones.
Pero aquí nos detenemos en las historias (o cinematics) que se han creado para cada videojuego. Y aunque muchas puedan parecer exageradas en sus argumentos, nos atrevemos a preguntar ¿y si el buen Lucas hubiese cedido a estos creativos el guion y la historia para la trilogía que empezó en Star Wars: Episode I - The Phantom Menace (1999)?.
En lugar de discursos sobre democracias y tiranías, intrincadas confabulaciones, historias de amor adolescente, e inmaduros y despechados padawans, quizás habríamos gozado de un espectacular derroche de acción y aventura. ¿Acaso la película de 1977 no era sino una aventura espacial, pero aventura al fin y al cabo? Para muestra un ejemplo. El video reúne los tres tráilers de Star Wars: The Old Republic. La primera batalla es sin duda la mejor.

miércoles, 7 de marzo de 2012

La belleza de Milla

The Fifth Element (1997) fue una película de ciencia-ficción que buscaba solo entretener, aunque con humor e ironía. En la lista de actores estaban Bruce Willis, Gary Oldman, Ian Holm y un estridente Chris Tucker. Pero quien terminó por capturar el interés de la historia fue Milla Jovovich, que interpretaba a una, solo en apariencia, vulnerable heroína.

Muy dada a la sobreactuación, así como a los excesos en gestos y discursos, ya desde entonces esta actriz mostraba una limitada capacidad interpretativa. Pero aquella vez, solo aquella vez, su repertorio casi infantil y desorientado funcionó. Además, Jovovich tiene un atributo adicional: es una de las actrices más bellas de su generación. Y la belleza y sensualidad que trasluce la sobrepasan siempre. Solo tal vez en Joan of Arc (1999) logró contener esa atracción hipnótica que posee, aunque eso la dejó únicamente con su capacidad actoral. Y bueno, no le fue tan bien.
Eso no le ha impedido salir en incontables películas, y digamos que en algunas, como The Fourth Kind (2009), ha mostrado cierta solvencia. Pero lo suyo son las películas de acción, un género en donde los malabares físicos se superponen a cualquier gesto dramático.
Parte de su celebridad se debe a que en el 2002 interpretó a Alice, el personaje central de Resident Evil, la versión fílmica de un exitoso videojuego de zombis. De ahí siguieron la bastante mala Resident Evil 2: Apocalipsis (2004), la un poco más decente Resident Evil 3: Extinción (2007) y Resident Evil: Afterlife (2010). Entre estas se dio tiempo para actuar en Ultraviolet (2006), otra película futurista en donde lanzaba golpes y claro, lucía perfecta.
Pues bien, ahora llega Resident Evil: Retribution (2012), que se estrena en setiembre de este año. Qué podemos decir, dudamos de que nos animemos a verla (a pesar de todo el embrujo de Milla). Eso sí, el tráiler es entretenido y gracioso al inicio. Aunque eso de usar las primeras notas de Baba O'Riley de The Who como fondo es una irreverencia total.
Preferimos verla en The Three Musketeers (2011), que aún no llega por estos lares, y en Stone (2010), una película en donde compartió roles con nada menos que Robert De Niro y Edward Norton. ¿Qué tal habrá actuado? Todo un enigma.


lunes, 5 de marzo de 2012

El fatalismo de Christopher McQuarrie

En The Way of the Gun (2000), Benicio Del Toro (Mr. Longbaugh) y Ryan Phillippe (Mr. Parker) son dos criminales que deciden realizar un golpe definitivo: secuestrar a Robin (Juliette Lewis), una mujer que ha alquilado su vientre para darle un hijo a Hale Chidduck, un magnate interpretado por Scott Wilson.
Lo interesante de este largometraje (que en realidad no tuvo mayores aplausos) es el tratamiento casi teatral de determinadas escenas, lo sentencioso de sus diálogos y la reunión de una serie de personajes de afectada gravedad que descubren, generan u ocultan una serie de pequeñas intrigas. A ello hay que añadir un tratamiento muy efectivo de los momentos de acción, que a falta de espectacularidad son rudos, directos, inesperados y realistas.
El enfrentamiento final es de lo mejor que hemos visto en este tipo de género. La lucha se da en el mismo escenario usado para Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), en un claro homenaje al western, y salvo por una sola acción, los protagonistas recargan las armas como se haría en la realidad, lo que da mayor verosimilitud y dramatismo.
¿Por qué no funcionó del todo? Porque es una obra menor en recursos, con una puesta en escena muy simple y hasta espartana, lo que a priori no debería ser determinante. Pero ese frío entorno se refleja también en el desenvolvimiento de los personajes y en la forma en que se narra la historia. Hay escenas visualmente muy buenas que dejan una sensación ominosa, pero el conjunto más bien solemne y fatalista aleja la posibilidad de una mayor carga dramática.  
¿Vale la pena verla? Sin duda. Entretiene, es efectiva, los enfrentamientos son simples pero muy bien llevados y es una buena alternativa si no tenemos nada que nos llame la atención en cable (siempre está dando vueltas en algún canal).
Por cierto, The Way of the Gun es la única película que ha dirigido Christopher McQuarrie, a quien le debemos los guiones de The Usual Suspects (1995), Valkyrie (2008), The Tourist (2010) y la venidera The Wolverine (2013).

Para quienes lo deseen, aquí esta una de las mejores escenas de la película. http://www.youtube.com/watch?v=6o0Co4kbRZo

viernes, 2 de marzo de 2012

Los vengadores no sueltan prenda


Para los entusiastas de The Avengers (2012), los productores han lanzado un nuevo tráiler que, digamos, es una versión extendida del anterior. ¿Qué podemos ver? Algunas escenas más de acción, diálogos adicionales y seguramente raudales de emoción y ansiedad para quienes esperan ver la película.

Ya hemos comentado que si bien los tráilers a veces lo dicen todo, también en ocasiones son engañosos. Lo mejor es no ir más allá de lo que muestran; en este caso, una introducción que parece haber sido encargada a Michael Bay (Transformers), un Loki (Tom Hiddleston) cuya acertada intensidad en Thor (2011) aquí luce algo excesiva y un Hulk que se ve más irreal que nunca. 

Como siempre, el que sale bien parado es Robert Downey Jr. y su Iron Man; y es que la armadura, los efectos especiales que la acompañan y su actitud desfachatada no tienen pierde. Iron Man (o Downey Jr. si lo prefieren) aporta sorna, humor, buenas cuotas de acción y es el personaje más dúctil de todo el grupo (pasa con facilidad del drama al desenfado cuando se requiere).

Al final del tráiler, la extraña nave que se ve tras Iron Man nos recuerda el mismo estilo del gigantesco Decepticon de Transformers: Dark of the Moon (2011) que destruye el edificio donde está Sam Witwicky (Shia LaBeouf) y compañía; así como también a la entidad Parallax que avanza sobre la ciudad en Green Lantern (2011). Visualmente son tan similares que parece que apostaron por lo seguro. Quién puede culparlos.

Junto con el reparto central  y los personajes secundarios como Nick Fury (Samuel L. Jackson) y el agente Phil Coulson (Clark Gregg), se suman Pepper Potts (Gwyneth Paltrow) y el profesor Erik Selvig (Stellan Skarsgård). Por ahí se mencionó que también aparecería Sif (Jaimie Alexander), la heroica guerrera amiga de Thor, pero no hallamos un dato oficial al respecto. Menos aun Jane Foster (Natalie Portman), aunque hay tantos personajes que será interesante ver cómo se las ingenió Joss Whedon, el director.

Whedon es más conocido por series y filmes para televisión de corte fantástico y juvenil. Para los interesados, estuvo a cargo de series como Buffy the Vampire Slayer y Angel por un lado y, más cerca por estos años, de producciones como The Office e incluso un capítulo de Glee, entre otros. También escribió y dirigió la serie Firefly (2002-2003) y la película Serenity (2005), ambas de ciencia-ficción. ¿Qué tal le irá en este caso? Al parecer, su elección por parte de los productores busca asegurar dosis de acción, humor y un estilo más bien ligero. 

La historia de The Avengers estuvo a cargo de Whedon y de Zak Penn, quien también tuvo que ver en The Incredible Hulk (2008) y las historias de X-Men 2 (2003), Elektra (2005) y X-Men: The Last Stand (2006). Para quienes la recuerden, Penn también escribió la historia de Last Action Hero (1993), aquella con Arnold Schwarzenegger. Es decir, unas de cal y otras de arena.

The Avengers se estrena el 4 de mayo. No queda sino esperar y ver el resultado.

jueves, 1 de marzo de 2012

Los buenos golpes de Gina

Luego de Traffic (2000), Steven Soderbergh ha estado muy ocupado con una variada y diversa lista de largometrajes, entre ellos está la saga de Ocean's Eleven (2001), The Good German (2006), las dos partes de Che (2008), The Informant! (2009) y Contagion (2011). Ha pasado del drama, al relato histórico y de la impostura a la diversión una y otra vez; y lo que ha demostrado es que se maneja bien con las grandes producciones y con actores de peso.
Sin embargo, es curioso ver su nombre en una película de acción como Haywire (2011), que por cierto reúne una serie de nombres bastante conocidos en el reparto como Michael Douglas, Ewan McGregor, Bill Paxton y Antonio Banderas; y otros que ya son habituales en películas de gran presupuesto como Channing TatumG .I. Joe: The Rise of Cobra (2009) y The Eagle (2011) – y Michael FassbenderInglourious Basterds (2009) y X-Men: First Class (2011) –.
Pero Haywire no parece nada del otro mundo, pues repite el argumento del espía que es traicionado y empieza su ajuste de cuentas. Y decimos que no parece nada del otro mundo, aun cuando el espía en cuestión sea una dama, pues aún recordamos Salt (2010) con Angelina Jolie, que resultó una buena película de acción. Tanto que no era difícil imaginar una segunda parte.
En Haywire digamos que lo llamativo está por el lado del personaje central: la espía Mallory Kane es interpretada por Gina Carano, quien en la vida real es una experta en kickboxing (está considerada en el top 3 de la MMA) y, por el lado de los medios, ha sido integrante de American Gladiators.
Así que tal vez a Soderbergh le haya parecido divertido que esta dama dé una buena paliza a tantos actores de renombre. Habrá que ver si la película llega a nuestras salas y resolvemos la duda sobre qué tan entretenida es. Para los curiosos, en la web se puede encontrar varias de las peleas reales de Carano. ¿Quién dice que las féminas no saben pelear?