viernes, 28 de junio de 2013

Los rostros de Shailene Woodley

Nos quedaremos sin ver a Shailene Woodley en Spider-Man.
Hacía tiempo que me rondaba la idea de escribir sobre Shailene Woodley (Los descendientes, 2011) a propósito de su elección para interpretar a Mary Jane Watson en The Amazing Spider-Man 2 (2014). Y digo solo que me rondaba, pues mi buen amigo Blue Citizen es el experto incondicional del héroe arácnido y porque en realidad no tenía más justificación para escribir sobre ella que la grata imagen que me había dejado en Los descendientes (The Descendants, 2011). Además, corría el riesgo de que Blue Citizen me devolviera el golpe por aquel post que escribí sobre una de sus musas: Emma Stone (Las miradas de Emma Stone), quien, oh paradoja, interpreta a Gwen Stacy, el otro interés amoroso de Peter Parker.

Pues bien, aquí estoy, tratando de salir bien parado y justificar este post. ¿Quién es Shailene Woodley? Pues una actriz mejor conocida en los lares norteamericanos por películas y series televisas como la relativamente exitosa O.C. (2003-2007) y hasta ahora en la serie Vida secreta de una adolescente (The secret life of the american teenager, 2008) donde interpreta a Amy Juergens. 

Un rostro de belleza más bien calma.
Pero fue en The Descendants, cinta del eficiente y reflexivo director Alexander Payne, donde mostró su capacidad para desenvolverse bien en un papel central y al lado de un actor famoso como George Clooney. Por supuesto, su registro fue el mismo: Woodley interpretó a una de las hijas adolescentes del personaje a cargo de George Clooney. 
Pero el estilo de la cinta: pausado, de emociones contenidas e intimista, permitió que la joven actriz mostrara una faceta más seria, sin perder por ello su naturalidad e imagen adolescente. Además, Woodley demostró que podía lucir muy bella y muy natural a la vez, sin parecer percatarse de ello. Simplemente su rostro pensativo me recordaba a aquellas actrices que podían componer una escena solo con el encanto de sus facciones (Blue Citizen, estás servido para vengarte).

¿Y cómo lo enlazamos esto con The Amazing Spider-Man 2? Pues iba a ser la oportunidad de Shailene Woodley para estar en una cinta taquillera y probar suerte para saltar de su relativa fama a nuevas oportunidades en la pantalla grande. Además, el reto era interpretar a la vivaz e intensa Mary Jane, un contraste interesante frente a su personaje de Alexandra King en The Descendants. A diferencia de Emma Stone (Crazy, Stupid, Love; Zombieland, Easy A), quien ya de por sí era una estrella antes de embarcase en el reboot de Spider-Man,  Woodley tenía mucho por ganar. 

Con George Clooney en The Descendants (2011) lo hizo bien.
Pero la suerte ha querido que su personaje haya sido descartado por el director Marc Webb (The Amazing Spider-Man, 2012) en la secuela que se está filmando, a pesar de haber anunciado su participación y haberse filtrado imágenes de la actriz en las escenas que grabó. Lo cual no es poca cosa.

¿La versión oficial? Una decisión creativa de Marc Webb: centrarse en la relación entre Peter Parker y Gwen Stacy. Además, se anunció que también se retomaría lo sucedido con los padres de Parker. Si a esto le sumamos que aparecerán Electro (Jamie Foxx) y The Rhino (Paul Giamatti) como los nuevos enemigos y que Dane DeHaan (Chronicle, 2012) interpretará a Harry Osborn, parecía que la inclusión de Mary Jane podía complicar la historia. Incluso se dice que Felicity Jones (Hysteria, 2011) interpretará a Black Cat. Sin duda son varios los personajes y nadie quiere repetir el error de Sam Raimi con Spider-Man 3 (2007).

¿La veremos pronto en otra faceta?
Pero por alguna razón no me creo del todo esta justificación. Y es que el retiro de Shailene Woodley es definitivo. No estará tampoco en la tercera parte, según se dice por “otros compromisos ya asumidos”. ¿Recuerdan lo sucedido con Eric Stoltz (Pulp Fiction, 1994) y su reemplazo por Michael J. Fox en Regreso al futuro (Back to the Future, 1985)? Pocos saben que Stuart Townsend (The League of Extraordinary Gentlemen, 2003) fue la primera opción para interpretar a Aragorn en El señor de los anillos (The Lord of the Rings, 2001) y no Viggo Mortensen. ¿El motivo para el cambio de protagonistas en ambos casos? Que ni Stoltz ni Townsend lograron calzar con la idea que, de sus respectivos personajes, tenían los directores. 

No es extraño el cambio de actores luego de haber empezado a filmarse una película, pero es más llamativo cuando es una cinta exitosa. Peor aun cuando se trata de la secuela de una producción millonaria donde la gran maquinaria de marketing anuncia nombres, promueve entrevistas y muestra al mundo a actores no tan célebres como Shailene Woodley. Y es que también es poco elegante decir que se retira a un actor (o actriz) porque "no se ajusta al personaje". Mejor argumentar “razones creativas” hasta que la marea baje.

Sarah Gadon. Una imagen más sensual.
Y es que la introducción de Mary Jane en The Amazing Spider-Man 2 con miras a que tome protagonismo en The Amazing Spider-Man 3 (2016) no era mala idea si se hacía con inteligencia. Es verdad que nos adentramos en la especulación, pero ya se anunció el nombre de Sarah Gadon (Cosmópolis, 2012) como posible reemplazo de Woodley para The Amazing Spider-Man 3. ¿Tan rápido? ¿O la veremos ya en esta segunda parte?

Lo cierto es que Shailene Woodley ha quedado fuera y habré de esperar alguna otra película para saber si nos llega a regalar otros rostros para el recuerdo. Debo reconocer que Sarah Gadon tiene una belleza diferente, más sensual y directa, que tal vez refleje el tipo de Mary Jane que Marc Webb busca plasmar. 


¿Se inclinará Webb por el estilo de "la chica de al lado" que usó Sam Raimi para su versión de Mary Jane a cargo de Kirsten Dunst; o se animará por una versión más cercana al cómic: una joven de impactante belleza y arrolladora personalidad aspirante a modelo? 

Para terminar, un spoiler que en realidad no lo es tanto: la nueva “razón” filtrada para el “retiro” del personaje de Mary Jane, es que en el guion de esta segunda parte está previsto la muerte de Gwen Stacy, pero también lo estaba el inicio amoroso entre Peter y Mary Jane. Para Webb era demasiado en una sola cinta. Ver para creer.



jueves, 13 de junio de 2013

Man of steel: a favor y en contra

Más allá de críticas, lo mejor es ir sin ideas previas.
Se estrenó Man of Steel (2013) y nos adelantamos con algunos apuntes que hemos podido recoger de la red. Hasta el momento, las críticas favorables en portales reconocidos giran en torno al 60%. Quienes están a favor celebran sobre todo las escenas de acción. 
Sin embargolo que hicimos fue reunir algunos comentarios que integran las críticas “negativas”. Y esto porque nos llamó la atención lo radical de los argumentos a favor y en contra.

Para los fans de Superman y las películas de superhéroes, advertimos que lo que sigue, al igual que los spoilers, puede echarles a perder la cinta. Pero si eres curioso y quieres conocer los reparos de algunos críticos sobre esta aventura de Zack Snyder (director), David S. Goyer (guionista) y Christopher Nolan (productor), entonces te puede interesar.

Como siempre decimos: al final, si una película llenó tus expectativas, es lo único que realmente importa. Las críticas son solo una referencia para disfrutar de diferentes puntos de vista y conocer los elementos que se analizan en una cinta. Dejamos los comentarios:

"Después de todo, este es otro producto de la gran industria de superhéroes. En parte es Thor, The Dark Knight y Transformers, cuando debió ser por completo Superman".
Josh Bell (Las Vegas Weekly)                                                                                    

"Esto es The Dark Superman, una recreación del legendario personaje de DC no como un superhéroe, sino como una figura de acción por computadora. Se deja de lado toda la humanidad de la historia para solo mostrar efectos especiales".
Brian Tallerico  (Hollywood Chicago)

A favor: el personaje del General Zod sería lo mejor.
"Las películas de Zack Snyder no son notables por su realismo emocional. Man of Steel tiene algunos efectos espectaculares, pero carece de alma. Es la cinta Superman Transformers”.
"Es claro que es un intento de Warner Brothers por tener un superhéroe que, junto con Batman, compita con The Avengers de Marvel. Pienso que Marvel tiene la partida ganada en la batalla de superhéroes porque buena parte de sus filmes tiene carisma, humor y la cuota de drama necesaria".
Bob Grimm (Tucson Weekly)

"Man of Steel no es una película con encanto, ni en la forma ni en el fondo. Es acerca de explosiones por doquier".
Richard von Busack (Metro Active)

"Siento algo de compasión por Snyder, un director con una inmensa ambición y habilidad técnica cuyo trabajo ha derivado en irregulares resultados con Sucker Punch, Watchmen, 300 y otras cintas. Snyder se ha encontrado en una situación imposible al tratar de lucir su estilo en un material que hace pensar en una versión light de Dark Knight. Es como si fuera un simple transcriptor o secretario de Nolan".
¿Una cinta sin alma? Habrá que verla.
"Da la sensación de que la idea para Man of Steel surgió de una tarde relajada entre Goyer y Nolan en que uno de ellos dijo: Hey, Superman...Superhombre, ¿acaso Nietzsche no escribió alguna vez acerca del Superhombre? Pues hagamos algo con eso".  
"Man of Steel luce un poco de esto y un poco de aquello, religión, filosofía, bla, bla, bla, y cuando la trama se pone algo densa, pues empiezan a volar y explotar cosas por doquier".
 Andrew O'Hehir (Salon.com)


 “La película se topa con las ya conocidas escenas de acción apocalípticas generadas por computadora. Pero Man of Steel no tiene el sentido del humor que alivie tanta catástrofe como sí ocurre en The Avengers y Star Trek into Darkness. El resultado solo sirve para confirmar cuán desconectado está el trabajo de Zack Snyder del mundo real”.
“Al final, Superman no luce siquiera cool. He aquí una idea: vístanlo con un traje negro y una máscara que termine en punta en los oídos. Denle una vida interior con grandes conflictos. Rodéenlo de edificios góticos... Hey, un momento, me parece familiar..."
Donald Clarke (Irish Times)

Algunos critican la cinta por ser demasiado seria.
“Nunca pensé que vería el nombre de Christopher Nolan relacionado con una cinta decepcionante. La recordada frase del Joker “¿Por qué tan serio?” no resulta en Man of Steel. No hay vida en esta cinta. Es tan oscura que no le da respiro a la audiencia. Con todo el sentimentalismo que pudo tener la versión setentera de Superman, era divertida de ver porque Superman se daba tiempo para rescatar a un gato de un árbol y para detener a delincuentes comunes. Hacía las cosas que un superhéroe hace. Y eran escenas que no tenían que ver con el relato principal. Los espectadores necesitamos un par de pausas como esas en una película de este tipo”.
“Al final, los fans mirarán atrás y considerarán esta cinta como un experimento fallido. No hay diversión, solo una gran pelea con escenas sobredimensionadas. No hay alegría. Es un fastidio ser Man of Steel (todo el tiempo lo pasa mal). Y es un fastidio estar sentado tanto tiempo en una película como esta".
Paul Chambers (Movie Chamber)





No tan rápidos pero muy furiosos

Con Rápidos y Furiosos 6 (Fast & Furious 6), queda claro que para el éxito de esta saga es necesaria la presencia de Vin Diesel.

Seamos claros, no se trata de una saga que será recordada por sus grandes actuaciones o la complejidad de su guión. La base de estas películas es la acción y, sobre todo, la acción sobre ruedas: autos veloces, persecuciones, carreras, asfalto, carreteras. En resumen, el entretenimiento del espectador y esta sexta entrega cumple completamente con ese objetivo.

No hemos sido fanáticos ni seguidores de las entregas anteriores, es más, la mayoría de ellas las pudimos ver mediante repeticiones en distintos canales de televisión por cable. La película que abre la The Fast And The Furious (2001), nos pareció simplemente terrible. Paul Walker (Brian O'Conner) y Vin Diesel (Dominic Toretto) no se caracterizan por ser muy expresivos y en aquella película hacían gala de sus pocas dotes actorales, características que compartían con las protagnistas femeninas, Michelle Rodríguez (Letty) y Jordana Brewster (Mia Toretto) en lo que parecía ser una competencia por mostrar la cara de malo más exagerada. La trama se basaba en la persecución de un grupo de ladrones de carretera liderados por Dominic Toretto por la unidad del policía encubierto Brian O'Conner.
saga,

Para la segunda parte, 2 Fast 2 Furious (2003), el único actor que repitió su papel fue Paul Walker mientras que Vin Diesel, que por ese entonces estaba concentrado en The Chronicles of Riddick (2004), sería reemplazado por Tyrese Gibson (Roman Pearce), básicamente se cambio al cara de malo por un bromista antipático. Las protagonistas femeninas, Eva Mendes (Monica Fuentes) y Devon Aoki (Suki), no ayudaron mucho a levantar una producción que trataba de repetir la fórmula de su antecesora pero sin lograrlo. La trama era un poco más elaborada: el FBI recluta a Brian O'Conner para apoyar en la captura de un narcotraficante en Miami, a su vez O'Conner le pide ayuda a su amigo Roman Pearce, juntos y apoyados con la agente encubierta Monica Fuentes enfrentan al villano de turno, Carter Verone (Cole Hauser), también con el apoyo de Tej Parker (Ludacris), un experto mecánico.

La gran sorpresa llegó cuando apareció la tercera entrega, The Fast and the Furious: Tokyo Drift (2006), en la que ninguno de los protagonistas de las anteriores producciones regresó y la acción se traslada a Japón. Esta era sin duda, la peor de todas las entregas. El protagonista, Lucas Black, aparecía como un escolar incomprendido, muy alejado de lo que los personajes de Diesel, un ladrón, y Walker, un policía rebelde, ofrecieron en su momento. Nathalie Kelley (Neela), la protagonista femenina, presenta una historia forzada que poco contribuye a la historia. El argumento vuelve a ser básico, el estudiante Sean Boswell quien reside en Tokyo junto a su padre, tiene un problemas con otros estudiantes sobre todo luego de perder en una competencia de autos, es apoyado por Han (Sung Kang) para lograr vencer a sus rivales.

Para la cuarta parte, Fast & Furious: New Model Original Parts (2009), regresaban los protagonistas originales: Vin Diesel, Paul Walker, Michelle Rodriguez y Jordana Brewster quienes tenían que enfrentar al  narcotraficante Braga (John Ortiz) y su amenazante lugarteniente Fenix (Laz Alonso), aunque contarían con la ayuda de Gisele (Gal Gadot), ex-colaboradora de Braga que decide apoyar a Toretto y O'Brien contra su antiguo jefe. La presencia de estos actores, un guión más cuidado, y las nulas referencias a las dos películas anteriores lograron que la saga se haga mucho más interesante. Las carreras ya no eran simplemente por diversión o frivolidades, sino que se llega a competir por la vida de los protagonistas. Eso sí, las actuaciones poco convincentes siguen siendo la marca de la casa, aunque la acción es más elaborada. Con esta entrega empieza la costumbre de mostrar un adelanto de lo que será la siguiente película.

La quinta parte, Fast Five (2011), fue muy esperada por los fans de la serie ya que se anunciaba que se juntarían a protagonistas de las entregas anteriores, así además de Vin Diesel, Paul Walker y Jordana Brewster, repiten sus papeles Tyrese Gibson y Ludacris de la segunda entrega, Sung Kang de la tercera entrega, Gal Gadot, Tego Calderon (Tego Leo) y Don Omar (Rico Santos)  de la cuarta entrega. A ellos se unen Dwayne Johnson (Luke Hobbs) y Elsa Pataky (Elena Neves). En esta oportunidad el objetivo será robar 10 millones de dólares del narcotraficante brasileño Hernan Reyes (Joaquim de Almeida) mientras afrontan la persecución del policía Luke Hobbs. En esta entrega la acción es la gran protagonista, las escenas con autos son espectaculares y, como en la cuarta entrega, se alejan de la diversión. Al tener a dos pesos pesados del cine de acción actual como Diesel y Johnson, la lucha entre ambos es una de las escenas más esperadas y más logradas de la cinta. Se asume que esta entrega ocurre temporalmente antes de la tercer película. También hay un guiño al final para la que sería la sexta entrega.

Fast & Furious 6 llega entonces para cerrar los cabos sueltos dejados por las dos entregas anteriores, de modo que se enlaza, ahora sí, con la tercera y olvidable entrega, cerrando el círculo inconcluso que se había dejado con la misma y dejando en una mejor situación a los protagonistas.


Algo importante que mencionar de esta película es que, a lo largo de sus 130 minutos de duración, realmente te entretiene y te mantiene pegado a ella, algo que no se había logrado del todo en las dos entregas anteriores, las únicas que valían la pena de la saga. Hay más escenas de peleas cuerpo a cuerpo muy bien coreografiadas, con lo que se añade un extra muy adecuado al cine de acción.

Esta última entrega termina por consolidar a la saga como buen cine de acción sobre todo si consideramos el guiño a la siguiente entrega que muestra al próximo antagonista y que es una de las gratas sorpresas de la cinta (siempre ciñéndonos al cine de acción).


Eso sí, hay dos escenas donde la acción ya cae en la absoluta exageración pues el uso de vehículos poco comunes como un tanque y un avión de carga nos parece demasiado, aunque también puede resultar entretenido y hasta refrescante.

En resumen, una película realmente disfrutable y que te hará pasar un buen momento.


miércoles, 12 de junio de 2013

The Hangover Parte III: una resaca para el olvido

The Hangover, la original, no merecía secuelas tan malas.
The Hangover (2009) fue una comedia sencilla basada en los enredos en que se metían los tres personajes centrales: Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms) y Alan (Zach Galifianakis) en busca del cuarto integrante del grupo: Doug (Justin Bartha). La cinta apelaba a la complicidad del espectador: una juerga en Las Vegas que nunca se ve pero que se asume tremenda por todo lo que se va descubriendo. No tenía grandes escenas ni giros inesperados, ni su humor era hilarante de principio a fin. Estaba formada por pequeños sucesos, algunos más graciosos que otros, pero que funcionaban sobre todo por el estado al borde del colapso en que era puestos Phil, Stu y Alan. La escena final apelaba a la camaradería y a la amistad del grupo, con las imágenes de la famosa fiesta, lo que le dejaba un grato sabor al espectador. Y eso era todo.

La II: misma historia, más presupuesto y más extrema.
The Hangover II (2011) fue innecesaria. La trama era la misma, solo que en un lugar más exótico (Tailandia) y con situaciones más extremas. Es claro que al director Todd Phillips (Road Trip, Old School, Starsky & Hutch) no le interesaba contar una historia nueva, sino repetir la fórmula. Fue tan pobre en ideas que al buen Doug lo volvieron a desaparecer. Apenas un par de escenas graciosas, el mismo estado exaltado del trío, una mayor presencia del mafioso Mr. Chow (Ken Jeong) y una secuencia final exagerada y efectista para dejar la sensación de una diversión que jamás existió.

Pura imagen. La tercera parte apenas tiene algo de gracia.
¿Y The Hangover III? Al igual que la segunda no tiene razón de ser, o en todo caso merecía ir directo al formato de video. Todd Phillips aprovecha los cien millones de dólares de presupuesto (la original costó 35 y la segunda 80 millones) para llenarnos los ojos con una que otra escena llamativa. 
El resto es otra historia absurda: nuevamente Doug queda fuera, mientras que Mr. Chow es más protagonista que nunca y se convierte en la excusa para meter en líos a Phil, Stu y Alan. La sensación de camaradas sigue allí, pero sin mayor emoción. Phil se hace cargo de los momentos de acción y Stu se exalta pero sin llegar a la histeria que eran tan divertida. Lo peor es que Alan deja de ser el friki simpático para convertirse en un personaje por momentos insoportable.

Un trío que cayó simpático y que merecía mejor suerte.
Luego de un inicio efectista, la trama se vuelve lenta y tiene apenas algunos chispazos graciosos (buena parte de ellos se ven en el tráiler). No sabemos si Todd Phillips quiso hacer una comedia de situaciones, o una con escenas de acción o una de humor extravagante con los arranques y las actitudes de Alan. 
Un nuevo personaje, Cassie (Melissa McCarthy) –la versión femenina de Alan–, toma relevancia en la última escena (la cual regresa a la idea de la primera cinta). Y nos hace pensar que si bien esta tercera parte se anuncia como el final de la saga, podría haber una cuarta, aunque no necesariamente con el grupo original.   

The Hangover (2009) no era la versión del día siguiente de Despedida de soltero (Bachelor Party, 1984) ni Alan se acercaba a los hilarantes personajes de Bill Murray (como el Tripper de Meatballs), pero pudo quedar en el recuerdo como una cinta simpática y no estirada hasta una tercera entrega que en definitiva es, a nuestro humilde gusto, simplemente mala.


lunes, 10 de junio de 2013

¿Recuerdas a The Bangles?

Corría 1986 cuando una canción sonó mucho por las radios y los programas de TV especializados en música (que abundaban por aquella época), se trataba de Walk Like An Egyptian, un tema absurdo pero divertido, fórmula casi infalible para conseguir un éxito musical de escala mundial o regional, según lo que se desee. Es así como vimos llegar a The Bangles, una agrupación que tenía la particularidad de estar conformada sólo por mujeres que no sólo cantaban sino que tocaban los instrumentos, algo que por aquellos años no era muy común.

The Bangles fue una banda pop nacida a inicios de los 80, específicamente en 1981 con el nombre The Supersonic Bangs, que afortunadamente fue cambiado a The Bangs, aunque por un problema con una agrupación que ya existía con ese nombre fue cambiado a The Bangles.

La agrupación estaba formada inicialmente por Susanna Hoffs, Debbi Peterson y Vicki Peterson. Posteriormente en 1982 se les uniría Annette Zilinskas en el bajo con quien grabarían el larga duración The Bangles, al año siguiente Zilinskas sería reemplazada por Michael Steele (ex integrante de The Runaways).

El álbum, All Over The Place, de 1984 sería el debut oficial de la banda pero sería su segunda producción, Different light de 1985, la que las lanzaría a la fama. Esta última producción incluyó el éxito Walk Like An Egyptian y la melosa Manic Monday que fue composición de Prince.

El mayor éxito de la banda se da con la producción de 1988 Everything, la que incluye los éxitos In Your Room, Eternal Flame y Be With You

A pesar del éxito obtenido, la agrupación se separa. Cada integrante siguió unida a la música en distintos proyectos personales, sin alcanzar el éxito que lograron como banda.

En el 2000 se reunen y lanzan un nuevo álbum Doll Revolution. En el 2005 Michael Steele se separa definitivamente de la agrupación, con lo cual se regresa a la formación original. En el 2011 lanzan la que hasta el momento es su última producción, Sweetheart of the Sun. Estas últimas producción han tenido una escasa difusión.

A pesar de que tienen producciones musicales más o menos recientes, es obvio que a la banda se la recuerda por el enorme éxito que obtuvo a finales de los 80 e inicios de los 90.  Justamente fue este éxito el que prácticamente disolvió al grupo en aquella época, esto sumado a la enorme atención que se le daba a su vocalista principal, Susana Hoffs. Las peleas internas acabaron con la banda al poco tiempo.

Una característica de la banda se encuentra en su destreza vocal, todas la integrantes pueden ser consideradas vocalistas y alternarse dicha posición, aunque es imposible no reconocer a la voz de Susana Hoffs como la principal y la que identifica al grupo.

Para recordar a la banda, les dejamos con su primer éxito mundial, Walk Like An Egyptian.

Composición de Prince, Manic Monday

Tomando el estilo hippie en In Your Room

Cambiando de vocalista en Be With You

Banda sonora de la película Less Then Zero, composición original de Simon And Garfunkel, Hazy Shade Of Winter. Excelentes arreglos vocales, sin duda.

El tema más recordado, Eternal Flame

Una muestra de su trabajo más actual, I Will Never Be Through With You

Y si se preguntan qué tanta atención atraía Susana Hoffs, aquí una muestra

martes, 4 de junio de 2013

J.J. Abrams: de Star Trek a Star Wars

El mismo director para dos grandes sagas espaciales.
Es curioso cómo dos de las más grandes franquicias del cine norteamericano han pasado a las manos de un solo director: J.J. Abrams. Conocido por ser el productor y director de series como Felicity, Lost, Alias y The office, tuvo su carta de presentación en la pantalla grande con Misión Imposible III (Mission: Impossible III, 2006) y no lo hizo mal. 
En aquella cinta Abrams demostró que podía manejar un largometraje de alto presupuesto, con actores reconocidos (Tom Cruise, Philip Seymour Hoffman y Laurence Fishburne) y escenas de acción con ciertas dosis de efectismo dramático. Abrams, al igual que Joss Whedon (The Avengers, 2012), maneja con precisión ese estilo entre ligero y en apariencia intenso de las series norteamericanas, abundantes en personajes carismáticos, en donde el drama, la acción y el humor se reparten en dosis similares.

Pero fue Star Trek (2009) la película que lo hizo merecedor de aplausos de la crítica y el público. Y es que fue una cinta comercial muy superior a los numerosos blockbusters de estilo repetitivo que nos han invadido en la última década. 


Abrams renovó la saga de Star Trek y le ha dado nueva vida.
Fue un acertado largometraje de aventura, pero una aventura en el espacio y sobre todo la continuación de una de las sagas cinematográficas más populares de los últimos treinta años. Abrams supo respetar los personajes y la esencia de una de las series de ciencia ficción más longevas y famosas: Star Trek. Además,  le otorgó frescura e intensidad, algo no visto en ninguna de las entregas fílmicas previas. Y lo decimos con todo el aprecio que le tenemos a la tripulación del capitán Kirk (William Shatner) y a una saga cinematográfica que terminó en la última película del elenco original: Star Trek VI, The Undiscovered Country (1991). La saga fílmica con el capitán Picard (Patrick Stewart) no la consideramos para los fines de este post. 

En el cine, salvo la primera cinta, Star Trek: The Motion Picture (1979), que se distancia del género de aventura de la serie de los sesenta (1966-1969), el resto de las películas a cargo de Kirk y compañía tuvo dosis diferentes de aventura y de drama, pero sobre todo se sostuvo en la simpatía y el carisma de los personajes originales. 
Con Star Trek (2009), J.J. Abrams no solo reinventó la franquicia, sino que supo explotar
Viejos personajes, nuevos actores.
el atractivo de un grupo de personajes con cientos de miles de seguidores y se ganó a un público nuevo y ajeno a la saga creada por Gene Roddenberry

Algunos de los fans más acérrimos no están muy convencidos de esta nueva versión que se inició con Star Trek (2009), más dinámica y con mayor acción, pero lo cierto es que J.J. Abrams sabe transmitir emoción y componer secuencias entretenidas.

Pero si hasta ahora Abrams ha gozado de los elogios de la mayoría ¿qué dirán los fans de Star Wars? Está a cargo de Star Wars: Episode VII (2015) y con ello personifica un lazo común indiscutible: el mismo director para las nuevas películas de ambas sagas. Tanto por origen, estilo cinematográfico, concepto visual y evolución, Star Trek y Star Wars son muy diferentes. Mientras que Star Trek surgió como una serie televisa de un grupo de personajes en diferentes aventuras espaciales; Star Wars nació como una gran aventura espacial para el cine, sostenida por una línea narrativa central: el mito del héroe que debe cumplir una misión. La trilogía original era la evolución de Luke Skywalker (Mark Hamill) hasta convertirse en Jedi y enfrentar al Emperador Palpatine (Ian McDiarmid).

¿Qué podemos esperar de J.J. Abrams? Por lo visto hasta ahora, podemos suponer que el estilo de acción de Star Wars: Episode VII (2015) no será diferente al de Star Trek (2009). Basta recordar que Misión Imposible III (2006), la cinta previa de Abrams, presenta similar propuesta visual, manejo de la acción e intensidad dramática que Star Trek (2009). Incluso la persecución de los helicópteros en los primeros minutos de Misión Imposible III podría ser una secuencia de dos naves en el espacio.

Es cierto que existen innumerables elementos diferenciadores entre Star Trek y Star Wars, pero la pregunta sigue presente: ¿qué podemos esperar? Disney está apostando fuerte por replicar en Star Wars, el éxito comercial logrado con Marvel. No por nada se están anunciando los nombres de Harrison Ford (Han Solo), Mark Hamill (Luke Skywalker), Carrie Fisher (Princesa Leia) y Billy Dee Williams (Lando Calrissian) para la nueva cinta. Esta vez J.J. Abrams no podrá contar la historia de cero ni recurrir a una línea de tiempo paralela. El mismo director ha señalado que al dirigir Star Trek no sintió la presión que significa hacerse cargo de Star Wars. 
En cierta forma, Star Trek fue popular mucho antes de su salto al cine y ha logrado existir en diferentes versiones televisivas. Star Wars nació y se construyó sobre el gran éxito de la cinta de 1977: su trascendencia cinematográfica ha sido, sin ánimo de despertar la furia de los trekkies, mayor. Además, George Lucas maneja buena parte de las decisiones creativas de la nueva saga. Que la fuerza acompañe al buen Abrams.