jueves, 24 de abril de 2014

Divergente: El inicio de otra trilogía

Divergente (Divergent, Neil Burger, 2014) es la adaptación cinematográfica del best seller de Verónica Roth. Considerando que no hemos podido leer la obra, comentaremos sólo lo visto en la película. Y en base a eso podemos decir que es una historia bastante simple pero que logra atrapar al espectador.

En Divergente nos encontramos con la ciudad de Chicago, 100 años después de una gran guerra, los dirigentes sobrevivientes han dividido la sociedad en cinco facciones que toman en cuenta la característica principal de cada ciudadano para asignarlo a uno de los cinco grupos. La película tiene el grana cierto de no ahondar demasiado en los detalles de la guerra (que sólo es mencionada) ni la historia de las facciones, sólo hay una breve descripción al inicio. Hay un grupo de personas que no tienen facción y hay otro grupo llamado los divergentes que son aquellos que tienen características que los sitúan en más de una facción. El personaje principal, Tris, pertenece a este último grupo, que se presenta como un peligro para el sistema de facciones y por lo tanto es perseguido.

Una Chicago post guerra
La película es ligera, no sientes su duración. El ritmo no decae, la acción va de menos a más, de la explicaciones introductorias a las escenas de acción que determinan el desenlace. Uno de sus grandes aciertos es su fotografía, existen planos abiertos que nos muestran claramente el estado actual de la ciudad y sus enormes murallas y planos más cerrados para mostrarnos las residencias de las facciones.

Muchas similitudes con
Los Juegos del Hambre
Pero no podemos evitar pensar que nos recuerda mucho a Los Juegos del Hambre (The Hunger Games, Gary Ross, 2012), desconocemos si los libros en los que se basan ambas producciones sean similares en cuanto a contenido pero en lo que respecta a las películas, tienen muchas coincidencias. En ambas cintas tenemos una heroína, un mundo post guerra, una sociedad dividida, un villano con poder político y otros elementos bastante parecidos (mencionarlos sería dar demasiados detalles de la trama). Esto es obviamente beneficioso para esta película pues los fanáticos de Los Juegos del Hambre se sentirán identificados con esta nueva saga.

Shailene Woodley interpreta a Tris, la heroína de la cinta. Su actuación es bastante aceptable
Shailene Woodley
ya que interpreta muy bien las dudas y complicaciones por las que pasa el personaje, aunque debemos decir que está muy alejada del personaje fresco y cautivante que vimos en Los Descendientes (The Descendants, Alexander Payne, 2011) y no precisamente por la enorme diferencia entre ambos personajes, Shailene parece no tener mucho carisma y una cierta timidez que está presente en todo momento en su caracterización, su rostro parece reflejar más un sufrimiento interno que la sensación que la escena requiere, esto es evidente sobre todo en los momentos románticos o de mucha alegría. Quizás esto haya sido parte de la decisión que tomó la producción de The Amazing Spider-Man para eliminar su personaje, Mary Jane, de la segunda entrega. (Sirva esto como primera respuesta al post Los rostros de Shailene Woodley que mi buen amigo Fatman publicó en junio del año pasado luego de su osadía de publicar el post Las miradas de Emma Stone).


En resumen, la cinta es una buena y entretenida opción para ir al cine. Aunque debemos agregar que ya nos parece repetitiva e incluso molesta la actual costumbre de Hollywood de convertir todo en trilogías o tetralogías si consideramos la nada sana costumbre adicional de hacer que la última entrega se divida en dos partes.

miércoles, 23 de abril de 2014

Noé: Un enorme desacierto

Es muy difícil mencionar algo sobre una película acerca de un personaje bíblico sin comparar la historia con lo que está escrito en la Biblia, pero al ver Noé, la tarea es muy fácil.

Antes de seguir, quisiera dejar claro que Noé me ha parecido una de las peores películas que he podido ver en los últimos años, a continuación mencionaré algunas de las razones y algunos detalles que podrían malograr la película a aquel que aún no la ha visto, así que si ese es el caso, recomiendo que cesen aquí la lectura.

Lo primero que hay que tomar en cuenta es que Noé es una interpretación libre de la clásica historia bíblica acerca del diluvio universal y la figura del hombre que sobrevivió al mismo junto a su familia. Si tomamos en cuenta lo anterior, podemos entender el hecho de que la vestimenta de los personajes es totalmente diferente a lo que debería ser, pues es erróneo mostrar mujeres usando pantalones en la época en que vivió Noé. Pero ese es el menor de los detalles en esta película.

Si seguimos tomando en cuenta que es una versión libre también podemos entender que los hijos de Noé sean tan jóvenes y que ninguno tenga una esposa al momento de la construcción del arca. algo que es diferente a lo que cuenta la Biblia. Pero eso también es otro detalle menor en esta película.


Los ángeles caídos contribuyen
a ridiculizar la película
Lo que no puede entenderse ni siquiera con el pretexto de la versión libre y aún dejando de lado el tema bíblico o religioso es lo que sigue:

Primero. La presencia de esa especie de transformers de piedra que nos muestran indicando que son ángeles caídos que ayudan a Noé a construir el arca. Quizás la aparición de tan "curiosas" criaturas es para captar a espectadores jóvenes acostumbrados al cine de superhéroes, pero la verdad la presencia de estos personajes acerca el film a lo ridículo.

Ray Winstone como
el malo de la película
Segundo. Aparece un personaje "malo", un ser ruin y despreciable que sólo vela por sus propios intereses sin importarle los demás, un ser que hemos visto repetido una cantidad desesperante de veces en el cine de Hollywood. Este personaje nos hace recordar mucho a las películas de James Cameron post Terminator 2: Judgement Day, con malos completamente malos, sin matices, sólo eso: malos, que están ahí sólo para hacer la vida imposible de los héroes de turno. En Noé, existe un malo, uno que, como en las películas de Cameron, es casi indestructible, capaz de guiar a una multitud enardecida, enfrentarse a los transformers de piedra y sobrevivir a la llegada del diluvio e incluso entrar en el arca como un polizonte, además de manipular a uno de los hijos de Noé y alimentarse de los animales del arca sin importarle que son dos de cada especie. Este personaje sólo está ahí para ser malo, nada más, no hay mayor explicación de su presencia ni mayor utilidad excepto quizás para hacer más dramática la película, pero la pésima actuación de Ray Winstone, sus ridículos diálogos y sus poses exageradas hacen que el drama nunca aparezca.

Tercero. Hay un pésimo tratamiento del personaje de Noé, que inicia siendo un hombre duro y acaba siendo un viejo 
Un buen actor en un mal papel
borracho y desnudo tendido en la playa. Además pasa por etapas tan patéticas como convertirse en el loco religioso que no entiende los designios de su Creador y pretende matar a toda su familia, sin importar que está frente a niños e incluso deja morir a la pareja escogida de uno de sus hijos. Si bien Russell Crowe muestra cierto carácter en su interpretación, el personaje nos resulta tan inseguro de si mismo y de su misión que el carácter y dureza que muestra Crowe resulta hasta exagerado. Es chocante el hecho de que Noé decida acabar con su propia familia ante sus propias dudas e interpretaciones erróneas de su misión.


La sufrida familia 
Mención aparte está la participación de dos actrices reconocidas como Jennifer Connelly y Emma Watson cuyas actuaciones se acercan más a las telenovelas que a una película dramática respetable.

Las escenas del diluvio se pierden totalmente pues no se les da la importancia adecuada y más aún, el mismo diluvio pierde importancia debido a los complicados laberintos mentales a los que es sometido el personaje principal. El espectador deja de pensar en algo tan dramático como la muerte de millones de personas para pensar en lo malvado que resultó ser Noé.

Es muy difícil separar el aspecto bíblico en una película que tiene como personaje principal a uno de sus héroes, en ese sentido es admirable que se trate de presentar una versión libre del mismo, pero creo que tanto o más importante como establecer que es una versión libre es construir un guión adecuado, bien pensado y con mejor planteamiento, esto por lo menos asegura que el público no tenga ganas de pararse en medio de la película y retirarse de la sala, como fue en mi caso. No comprendemos entonces qué es lo que el director, Darren Aronofsky ha querido lograr.

Pero como ya lo hemos dicho antes, todo depende de sus gustos.



martes, 22 de abril de 2014

El Capitán y SHIELD

Si hay algo que se puede decir sobre Captain America: The Winter Soldier, segunda entrega cinematográfica del héroe de la Marvel, es que es una grata sorpresa. Y es que la película tiene varias cualidades que sus antecesoras, post Avengers, habían dejado de lado por completo.

La cinta se sostiene en un argumento sencillo pero bastante sólido, integrando intrigas y conspiraciones que terminan cambiando casi por completo el status quo del universo cinematográfico de la Marvel tal como lo conocíamos desde la primera entrega de Iron Man.


Enfrentamiento con Batroc
La puesta en escena ha sido muy bien lograda, las escenas de acción tienen una cuota de vértigo que sin embargo no llega a marear al espectador, las peleas están bien coreografiadas con movimientos certeros y dinámicos. Un acierto que ya habíamos notado en The Avengers es el uso moderado de los chistes fáciles, lo que es algo gratificante luego de ver Thor: The Dark World que en ciertos momentos se acercaba más a la comedia de situaciones televisiva que a una película.


Caída de un helicarrier
El argumento si bien se basa en una gran conspiración, es más bien simple ya que la misma es revelada en una única escena lo que podría hacernos pensar en algo demasiado básico, pero es justo eso lo más acertado en esta película, no estamos ante una de espías (aunque SHIELD sea una organización de espías) sino en una película de superhéroes donde intervienen espías y por ello la cuota de intriga y conspiración es la exacta, ni poco ni demasiado.

Creemos, eso sí, que el titulo debió ser distinto, ya que el Soldado de Invierno (Winter Soldier) si bien podría dar la impresión de ser el enemigo principal, es sólo parte del arsenal de enemigos al que se enfrenta el héroe, hemos encontrado hasta 5 villanos, si es que no se nos escapa alguno y el principal de ellos no es precisamente el que comparte el titulo, lo que es también otro acierto del guión.


Black Widow tiene su propia misión
Algo importante de resaltar es el hecho de que ni en Captain America: The First Avenger ni en The Avengers habíamos logrado ver el potencial real del Capitán America lo que sí se logra ver en esta entrega, aunque hay que considerar que la primera tiene el peso obligado de mostrarnos el origen del personaje y la segunda tiene otros protagonistas que también demandan tiempo en pantalla, esto permite lucirse relativamente poco al buen Capitán. En esta entrega por el contrario podemos ver las enormes cualidades de este héroe, capaz de correr a una velocidad sobrehumana, derrotar a varios enemigos a la vez aún en espacios muy reducidos y usando diversas técnicas de pelea, además de dominar completamente su escudo que le sirve perfectamente como arma y defensa. Hay tiempo incluso de mostrarnos las dudas, valores y el gran reto del personaje al tener que adaptarse a un mundo al que no conoce del todo, en ese aspecto creemos que Chris Evans cumple bastante bien su papel, no es casualidad que tenga contrato con la Marvel para tres películas más y que haya declarado lo feliz que se siente trabajando con ellos. Aunque al lado de otros grandes actores como Scarlett Johansson o Robert Redford, da la impresión de limitarse un poco.


Nick Fury
Otro acierto con el manejo de los personajes es el darle el tiempo necesario a Nick Fury (Samuel L. Jackson) para mostrar sus cualidades como espía, por fin lo vemos en acción realmente, enfrentando a enemigos en primera línea, incluso lo vemos vulnerable.


The Falcon
La introducción del personaje de Samuel Wilson, Falcon (Anthony Mackie) no es de las mejores, nos parece demasiado creer en la extrema casualidad de que el compañero de rutina de ejercicios matutinos de Steve Rogers sea justamente un veterano de guerra con las capacidades que Wilson muestra, aunque el personaje cumple con su rol de compañero del héroe.

Natasha Romanoff, Black Widow (Scarlett Johansson), a diferencia de anteriores entregas (Iron Man 2, The Avengers) nos muestra algunos aspectos adicionales de su personalidad, acá la veremos cometiendo errores, con dudas, decepciones y hasta miedo algo completamente alejado de la frialdad mostrada en The Avengers que le sirve incluso para enfrentar a todo un ejército invasor, en esta película vemos al personaje encarando situaciones para las que parece no estar preparada, cosa que resulta también bastante difícil de aceptar considerando lo visto en sus anteriores apariciones. Resulta curioso su empeño en buscarle novia al Capitán.

Robert Redford como Alexander Pierce cumple un rol más que adecuado como un alto cargo de SHIELD con gran manejo político. Es refrescante la naturalidad que muestra Redford para construir completamente un personaje en pocas escenas.

Los papeles secundarios colaboran con la historia, no son simples rellenos. Hay tres que sobresalen, Batroc (Georges St-Pierre), la agente 13 (Emily VanCamp) y Maria Hill (Cobie Smulders), el primero por enfrentarse sin el más mínimo temor al Capitán (y regalarnos una memorable pelea cuerpo a cuerpo con el héroe), la segunda por su inolvidable presentación y el valor que muestra ante una situación complicada (además de ser el futuro interés amoroso del héroe si nos basamos en el cómic) y la tercera por su corta y medida participación (otro acierto, no saturarnos de personajes que ya hemos visto antes sino mostrarlos en la medida necesaria para que colaboren con el guión). Es agradable ver actuaciones sencillas y supeditadas al guión.

En relación al cómic, se toman elementos de varias series regulares:

  • El personaje del Soldado de Invierno aparece en el volumen 5 de la serie regular del Capitán America, en la historia del mismo nombre creación del guionista Ed Brubaker.
  • La relación entre Hydra y SHIELD se muestra en la serie Secret Warriors (2009 - 2011), donde Nick Fury (el original) comanda un grupo de héroes en misiones secretas.
  • El Triskelión, la base central de SHIELD aparece por primera vez en la serie limitada The Ultimates (2002) creación del guionista Mark Millar. Esta serie es parte del llamado Universo Ultimate de la Marvel Comics.
  • El traje de Falcon se basa en el traje que aparece en el Universo Ultimate, se muestra por primera vez en la serie limitada Ultimate Nightmare (2004). Hay que dar las gracias de que no se base en el traje del universo regular de los cómics de la Marvel.
  • George Batroc es un enemigo regular del Capitán América, conocido como Batroc The Leaper. Aparece por primera vez en el número 75 del cómic Tales Of Suspense (1966) y es una creación del gran Stan Lee y otro grande, Jack Kirby.
  • Brock Rumlow, el otro agente de SHIELD que se muestra en la película, en los cómics es la verdadera identidad del villano Crossbones, quien es además un leal seguidor de Red Skull.
Debemos confesar que al saber que la película sería dirigida por Anthony y Joe Russo, tuvimos serias dudas de la calidad de la misma, considerando los anteriores trabajos de estos directores (la olvidable You, Me and Dupree y la prescindible comedia de televisión Community). Nos alegra comprobar que nos equivocamos.

Como ya es costumbre en estas producciones, veremos dos escenas post-créditos, una preparándonos para lo que será la segunda película de The Avengers y la otra mostrando algo más de Bucky Barnes.

Si desean ir al cine, esta película es una buena opción, aunque, como siempre decimos, todo depende de sus gustos.

lunes, 21 de abril de 2014

Requiem: Gabriel García Márquez

Confieso que no he leído tantos libros como he querido. Cuando era un niño se me ocurrió leer alguna de las obras que mi padre tenía en un viejo estante de madera. Recuerdo haber leído a Shakespeare, Julio César y Romeo y Julieta, recuerdo haber intentado entender esas obras, recuerdo tener un diccionario a mi lado y aún así no entender bien lo que decían esos señores, recuerdo haber pensado "¡qué rara forma de escribir!" y haberme preguntado "¿por qué cada parte tiene que decir el nombre de la persona que habla?". Me tomó tiempo entender que eso era teatro y que definitivamente Shakespeare no era una lectura para niños. Recuerdo haber leído los Cuentos de Amor, de Locura y de Muerte de Horacio Quiroga y haberme espantado con las cosas que en ellos se describían. Recuerdo haber leído María de Jorge Issacs y haber pensado "!no puede haber algo más aburrido que esto¡". Recuerdo haber intentado leer Moby Dick de Herman Melville y haber abandonado la lectura porque simplemente parecía un ensayo sobre ballenas y no una novela. Recuerdo haber leído a Neruda, a Vallejo, a Ciro Alegría, recuerdo poesía, teatro y novela.

Un día, una persona me hizo llegar un libro grueso, de tapa dura y marrón, hojas muy blancas y delgadas, letra muy pequeña. Recuerdo haber pensado "¡esa letrita y es tan largo!", espantado. Sin embargo el titulo me llenó de intriga: Cien Años de Soledad. Sólo pensar en la posibilidad de que una persona pase 100 años en completa soledad, me llenaba de algún tipo de angustia, y me preguntaba qué se podría hacer en ese largo tiempo y estando solo.
Sólo por ese titulo empecé a leer ese libro que me parecía inmenso e interminable y fue así que empezó mi gran aventura:
Mucho tiempo después frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía habría de recordar el día en que su padre lo llevó a conocer el hielo.
¿Había alguna frase que capturara más el interés de un niño? Ahí estaba todo: la curiosidad por conocer algo nuevo, el vínculo con el padre y los recuerdos siempre presentes, aún en momentos tan horrendos como estar ante una muerte segura.

Y fue así que leí ese enorme libro. Me tomó semanas, no me fue fácil, tuve que releer varias partes para poder recordar detalles o simplemente porque me gustó lo que leí. Mucho tiempo después, ya en los años de secundaria en el colegio, mi profesora de literatura nos hizo leer aquella extraordinaria obra, y nos aconsejó que hiciéramos un árbol genealógico para poder entenderla, "¡qué pérdida de tiempo!" me decía, simplemente porque yo recordaba todo ese árbol genealógico sin necesidad de escribirlo, sólo por el hecho de que me había maravillado esa obra.

Durante años imaginé cómo podría ser Macondo, si sus calles tendrían o no asfalto, si sus casas tendrían más de dos pisos, y lo comparaba con muchos lugares que iba visitando. Durante años también me imaginé a Úrsula Iguarán como una mujer sumamente dura y fuerte, una viejecita capaz de hacer saltar de su sitio al más duro militar con sólo una palabra. Soñé con cómo podría ser el rostro de Remedios la Bella y qué tan caras podrían haber sido las sábanas que se llevó al cielo.

Cien Años de Soledad hizo algo más que hacerme soñar, ya nada parecía ser lo mismo, todo lo que leí después parecía no ser suficientemente bueno, me refugié en la ciencia ficción para sustituir en algo esa necesidad de leer algo excepcionalmente maravilloso, esperaba que Asimov o Clark pudieran darme algo parecido.

Por esos años, decidí conocer algo más del genio que me había dado Cien Años de Soledad y fue así que llegué a conocer a Eréndira y llegué a odiar a su terrible abuela, me apené por el destino trágico del amor de Florentino Ariza por Fermina Daza, aunque disfruté con sus aventuras mientras lograba abordar aquel mítico barco a través del río Magdalena, también me indigné con la muerte de Santiago Nassar.

Deliberadamente, nunca intenté conocer nada de la vida personal de aquel genio, nunca intenté saber si tenía hijos, si era casado, si seguía viviendo en Colombia. Siempre lo imaginé como un tipo con el que valía la pena tener una conversación y ese siempre fue mi anhelo, tener sólo 5 minutos frente a frente para arrancarle unas palabras, una respuesta a alguna pregunta, o para que me dijera si Macondo tenía calles asfaltadas.

El jueves 17 de abril me enteré de que ese anhelo no sería posible nunca pues aquel genio había partido ya, se había ido quizá buscando a Remedios la Bella o a navegar por siempre por algún río a bordo de un barco en un ir y venir constante.

Gabriel García Másquez ha partido, nos ha dejado y a pesar de que nunca supe nada de su vida, siento que lo conocí bastante bien, incluso no me es muy difícil imaginar como sería conversar con él, aunque se me hace difícil imaginar qué me diría.

Descansa en paz Gabo y gracias por hacerme soñar tantas veces.

Por mi parte, creo que es hora de volver a la librería.