lunes, 24 de febrero de 2014

Robotech - Parte 1: La serie

Quienes superen la llamada base 3 reconocerán casi de inmediato el nombre Robotech por tratarse de una de las series animadas más aclamadas de los años 80.
Robotech fue estrenada en nuestro país en 1986, como parte de un programa de variedades infantil que consistía básicamente en un programa de concursos de larga duración para niños en medio de los cuales se proyectaban algunas series animadas. En este bloque se anunciaron series tan dispares como la clásica serie animada de Flash Gordon, El Desafío de los Gobots (los robots transformables de la Hanna-Barbera, una especie de Transformers sin efectos especiales) entre otras. Sobre Robotech la publicidad no adelantaba nada, ni su trama ni sus escenas, sólo se mostraba parte del intro.
Y así, sin mucha publicidad se estrenó la serie que se convertiría en todo un clásico de la animación.

La serie era muy novedosa para la época por mostrar no sólo un conflicto armado entre dos especies (algo que ya se había visto en otras series animadas) sino por incidir en las relaciones personales entre sus diversos protagonistas, algo que para una serie "de chiquillos" era totalmente fuera de lugar. Recordemos que era una serie animada y por la época eso era sinónimo de serie infantil, aunque esto no era así en todos los casos.


La historia
La historia cuenta cómo en el año 1999 una gigantesca nave extraterrestre cayó a la Tierra
El SDF-1
cerca de una isla en el Pacífico llamada Macross. Una guerra mundial sacudía el planeta pero el temor que sugería una posible invasión extraterrestre hizo que cesaran las hostilidades y se reconstruyera la nave caída aprovechando su tecnología, es así como nace el SDF-1 (Super Dimensional Fortress 1).

Durante en vuelo inaugural de esta nave, se produce el ataque de los Zentraedi, que son presentados como los creadores originales de la fortaleza y que querían recuperarla. La tripulación del SDF-1 los enfrenta y en su afán de llevar el conflicto lejos de la Tierra, efectúan un salto al espacio que debía llevarlos cerca a la Luna pero que termina llevándolos cerca al planeta Plutón junto a la isla Macross y todos sus pobladores.

El SDF-1 haría frente a los Zentraedi, cuya motivación inicial es recuperar la fortaleza, luego deciden exterminar a la raza humana ya que piensan que son los poseedores de la protocultura (que es presentada al principio como una forma o estilo de vida). Durante el enfrentamiento incluso llegan a atacar a todo el planeta Tierra. El SDF-1 terminaría victorioso de esta guerra y la raza de los Zentraedi queda reducida al mínimo. Los terrestres además inician sus planes de colonización de la galaxia.


Dana Sterling y su escuadrón
Posteriormente, la Tierra en pleno proceso de reconstrucción luego de la guerra con los Zentraedi, tendrían que afrontar el ataque de los Maestros de la Robotecnia, quienes son los creadores de la raza Zentraedi. Durante esta guerra los terrestres recibirían la ayuda de un miembro de esta raza, Zor.

Estos Maestros de la Robotecnia (curioso nombre para una raza extraterrestre) querían obtener la protocultura de la Tierra (ahora pasa a ser una especie de fuente de vida orgánica) para evitar el nacimiento de la Flor de la Vida la cual atraería a una tercera raza muy voraz, los Invid, quienes son los grandes enemigos de los maestros. Finalmente durante la batalla final y derrota de los maestros, la Flor de la Vida libera sus esporas y la llegada de los Invid es ya inevitable.

Es así que la Tierra afronta la tercera guerra extraterrestre, esta vez con los Invid, quienes
Scott Lang en lucha contra los Invid
logran invadir y colonizar todo el planeta. Un grupo de soldados provenientes de los descendientes de los colonizadores que partieran luego de la guerra con los Zentraedi, llegaría a la Tierra para hacer frente a los Invid pero serían derrotados antes de llegar y dejarían un único sobreviviente, quien junto a un grupo de terrestres formaría la resistencia contra los Invid en camino a su base central llamada Punto Reflex.

Esta vez se contaría con la ayuda de dos Invid femeninas, producto de los experimentos genéticos de su líder. El enfrentamiento final contra estos extraterrestres no acabaría con su caída sino que deciden abandonar el planeta sobre todo ante la llegada de una nueva flota de defensa.

Creando la nueva serie
Robotech tiene tres partes claramente definidas y entendidas por los fans como diferentes generaciones. Resultaba curioso que en cada generación no se viera a ningún personaje de la generación anterior. También llamaba la atención el hecho de que el diseño de los personajes fuera completamente distinto entre cada generación.

Cuando la serie se estrenó todos entendieron que la serie como tal era así, sin embargo ya entrada la década de los 90 y con la facilidad del acceso a Internet, los fanáticos conocieron la verdadera naturaleza de la serie: Robotech no era nada más que la unión de tres series completamente distintas cuyos guiones habían sido reescritos para formar una historia única.

Esto explicaba claramente la ausencia de los personajes de una generación a otra y la gran deferencia en el diseño de los mismos, además de explicar los grandes huecos del guión.


Carl Macek
Todo surge por la intervención de la compañía estadounidense Harmony Gold, quienes en su afán de transmitir la serie Macross original en los Estados Unidos se encontró con una gran barrera. Según los estatutos de la televisión sindicada en ese país, las series debían tener un mínimo de 65 capítulos que asegurarían su transmisión por 13 semanas a razón de un capítulo diario. Macross contaba con sólo 36 episodios.

Fue entonces que el productor Carl Macek tuvo una idea que siempre aseguró fue brillante: la compañía compró los derechos de transmisión de otras dos series y reescribió el guión de las tres de modo que se obtuviera una trama coherente, el resultado es la serie que todos conocemos como Robotech.

Viendo el éxito que significó la serie, la Harmony Gold explotaría el titulo al máximo logrando más fracasos que aciertos.

Sobre las tres series originales y lo que siguió después de Robotech tratarán nuestros siguientes post.

lunes, 17 de febrero de 2014

¿Recuerdas a The Escape Club?

The Escape Club, es una banda inglesa formada en 1983 que llegó a la fama mundial por su éxito Wild Wild West de 1988. Formada por Trevor Steel (guitarra y voz), John Holliday (guitarra), Johnnie Christo (bajo) y Milan Zekavica (batería), es la única banda inglesa que tiene un hit número 1 en USA pero que no ha sido considerado en U.K.

Su primer album, White Fields fue lanzado por el sello EMI en 1986, pero sería con su segundo album Wild Wild West, lanzado por el sello Atlantic Records, que alcanzarían el éxito sobre todo en USA y sobre todo el sencillo que da nombre a la producción, que llegó al número 1 en las listas Billboard, pero no fue difundido en su natal Inglaterra debido a que fue considerado ofensivo y sexista, sobre todo su video.

En 1991 la banda lanza su tercer album, Dollars & Sex, cuyo primer sencillo, Call It Poison, no obtuvo los resultados esperados por lo que lanzan el segundo sencillo I'll Be There que sí alcanzaría éxito llegando al número 8 de la lista Billboard. Al año siguiente la banda se separaría.

En 2012, los miembros originales, Trevor steel y John Holliday junto a Mike Woodsum lanzarían su nuevo album de estudio Celebrity.

Recordermos algunos éxitos de esta banda.

Wild Wild West, su gran éxito, con uno de los videos más particulares que hayamos visto.


Shake for the Sheik, más conocida porque fue utilizada como la intro de un conocido programa de la década de los 80 que transmitía videos musicales.


Walking Through Walls, otro éxito.

Call It Poison, su hit fallido, aunque puede sonar pegajoso, parece (como su video) una copia poco o mal elaborada de Wild Wild West.


I'll Be There, quizá el gran acierto de la banda, con una letra emotiva y melancólica.

De su álbum del 2012, Celebrity

domingo, 16 de febrero de 2014

Fatman vs. S.H.I.E.L.D.

Phil Coulson (C. Gregg) tiene la actitud pero no el carisma.
Lo reconozco, nunca tuve fe en “Agentes de SHIELD” (Agents of S.H.I.E.L.D., 2013) y, como el malvado de una mala cinta, me refocilo ante la posibilidad de su temprano fin. En resumen y a mi humilde parecer: Agentes de SHIELD” es tan divertida y tiene tanto carisma como su personaje central, el plomazo de Phil Coulson (Clark Gregg), es decir, poco menos que nada. 

Es cierto, el buen Phil ha estado presente en la saga fílmica de Marvel desde Iron Man (2008) y a la fuerza hay que habituarse a él. Pero una cosa es como personaje secundario (sin mayor complejidad) y otra como líder de un grupo tan intrascendente como él. Peor aún como protagonista o eje central de una serie que surgió con una enorme expectativa tras The Avengers (2012).

En contra: un elenco poco atractivo y un guion aburrido.
Seamos realistas, esta serie es para un público joven y para los no tan jóvenes que crecieron con Smallville (2001-2011). Por supuesto, también para los fans de los comics de todas las edades. Pero mientras Smallville siguió la máxima de toda serie (tener protagonistas con carisma) y Arrow (ambas de Warner Bros. Television y DC Entertainmentse las ingenia para durar ya tres temporadas, Agentes de SHIELD” es decepcionante.

Poco espectacular para ser una creación de Marvel.
No solo el reparto es pobre. El guion es ingenuo, acartonado y poco original. Con todo el material del universo Marvel parece que eligieron la versión más insípida y menos interesante. Es una lástima que no usaran más elementos y personajes de los cómics. 

Los guionistas tampoco logran dar con la fórmula que Joss Whedon (creador de la serie y director de The Avengers, 2012) supo plasmar en "Angel" (1999-2004) y en “Buffy, la cazavampiros” (1997-2003). Aquellas series eran ligeras pero entretenidas, y sus protagonistas eran jóvenes con quienes los fans se podían identificar, no un desabrido personaje que llama “Lola” a su Chevrolet Corvette de 1962 y que pretende darse aires de misterio.

¿Una serie del mundo del superhéroes pero sin superhéroes? 
No esperaba que Agents of S.H.I.E.L.D. rompiera esquemas ni que alcanzara el nivel de “Star Wars: Las guerras clon” (2003-2005), serie animada que también partió de una saga del cine. Pero sí pudo ser más entretenida y tener un grupo menos pomposo y serio que Phil Coulson y compañía. ¿Una serie relacionada con el mundo de superhéroes… sin superhéroes? Aburrido.

Sif (J. Alexander) al rescate de S.H.I.E.L.D. ¿Bastará con ella?
La segunda temporada ya empezó y para recuperar audiencia Marvel Television y ABC Studios decidieron esclarecer cómo volvió a la vida Phil Coulson y han anunciado la aparición de personajes como Deathlok y Sif (Jaimie Alexander).“La serie necesita mejores personajes” ha dicho Stan Lee. Y si lo dice el gran Stan no hay más que discutir. Mientras tanto, y como el villano de una mala serie de acción, sonrío y espero paciente el final de esta historia.


viernes, 14 de febrero de 2014

Cuando el melodrama funciona

Comedia con toques de melodrama que refresca la cartelera.
En líneas generales, “No se aceptan devoluciones” (Instructions not included, 2013) dirigida y protagonizada por Eugenio Derbez (La familia P. Luche, La misma Luna) es una cinta que funciona por su sencillez y el carisma de los dos protagonistas centrales.
La historia gira en torno a Valentín (Eugenio Derbez), un tipo sin mayores preocupaciones hasta que un día se descubre padre de una niña. Sin aviso previo, una antigua pareja, Julie (Jessica Lindsey), aparece para entregarle a Maggie (Loreto Peralta). En su deseo por devolver a la niña, Valentín cruza la frontera rumbo a Estados Unidos y con ello descubre una nueva vida al lado de su pequeña hija.

Derbez dirige y protagoniza esta cinta.
El relato, en tono de comedia, reúne una serie de pequeños sucesos (algunos más graciosos que otros), y guiños a la cultura popular, aunque el final apela a los clásicos artificios del melodrama. El ritmo, en buena parte ágil y sin complejidades, permite que asimilemos el rápido paso de un disipado Valentín a la figura del padre incondicional. Si bien la cinta no deja de usar, a su estilo, recursos y giros argumentales ya conocidos, tiene elementos a favor que la distancian de las comedias norteamericanas que llegan a nuestras salas. 

Daniel Raymont y Derbez se complementan con acierto.
El primero es que acompañamos a Valentín en su nueva vida en Norteamérica y eso basta para que Maggie se convierta en la traductora y guía que lo llevará de la mano. Lo segundo es la gracia natural de Loreto Peralta y la química que logra con Derbez, lo que es en gran parte el sostén de la cinta. Pero, al igual que el personaje de Valentín (que es al fin de cuentas un buen tipo), estos elementos (el contraste entre dos culturas y las barreras del idioma), cumplen solo una función anecdótica para dar paso a situaciones cómicas.

Punto a favor: la gracia y naturalidad de Loreto Peralta.
Derbez se da tiempo para recrear el afecto entre el padre y la niña, lo que genera la identificación del espectador con ambos. Y es allí donde el toque melodramático es a la vez el fuerte y la debilidad de la cinta. El clímax de la disputa por la niña se torna algo excesivo a nuestro gusto, pero logra conmover y nos recuerda el estilo de las películas mexicanas de antaño.

Uno de los elementos más atractivos lo integran las historias que Valentín inventa para explicar a Maggie la ausencia de su madre. Allí, Derbez da rienda suelta a su creatividad y la comedia se acerca a una fantasía lúdica. Y aunque también este recurso está contenido por la sencillez del guion, basta para darle un toque original.

La química entre Derbez y Peralta es esencial en esta cinta.
“No se aceptan devoluciones” es en buena cuenta una comedia ligera y sencilla que incluso logra emocionar en el mejor sentido del melodrama. En su conjunto es el reflejo del ánimo sincero, bonachón y sin malicia que Derbez le imprime a su personaje. 
Y con eso le basta para superar las tantas comedias norteamericanas que repiten fórmulas incluso similares pero sin alma ni sentimiento.