martes, 22 de octubre de 2013

¿Recuerdas a Heart?

En 1985, en pleno auge del glam metal y cuando la música se difundía principalmente por las radios y la televisión, aparecieron en escena las hermanas Ann y Nancy Wilson liderando la banda Heart que se hiciera conocida en los 70 con canciones como Barracuda.

En aquella época la banda había adoptado el estilo del glam, colocando su disco homónimo en los primeros lugares. Sin embargo, en la década de los 70 el estilo de la banda había sido muy distinto.

Heart es una banda estadounidense nacida en Seattle, sus integrantes han cambiado constantemente siendo las hermanas Wilson las únicas que se han mantenido a lo largo de su historia. La banda tiene su origen en The Army, banda formada en los 60, pero su formación oficial es de 1972/73 con el ingreso de Ann Wilson, su hermana Nancy se uniría en 1974.

Su álbum debut Dreamboat Annie (1976), de marcada influencia rock (Led Zeppelin)
conseguiría un gran éxito con temas como Crazy on you o Magic man. En 1977 llegaría Epic Little Queen que incluye uno de sus temas más populares, Barracuda.

Su éxito seguiría con sus dos álbumes siguientes, Dog and Butterfly (1978) y Bebe le Strange (1980) pero sus siguientes producciones Private Audition (1982) y Passionworks (1983) no lograron la aceptación esperada.

En 1985 lanzan Heart con su nuevo sello discográfico Capitol Records, la banda se acerca más al pop rock, con temas como What About Love, Never, These Dreams y Nothin' at All. La misma fórmula se repetiría con su siguiente álbum Bad Animals (1987) que incluye el éxito Alone. El álbum Brigade de 1990 obtendría gran aceptación con el éxito All I Wanna Do Is Make Love To You.

La banda lanzaría algunos álbumes posteriormente, incluido Fanatic el 2012.

Ann Wilson ha lanzado algunos trabajos independientes, además ha grabado junto a otros intérpretes algunos singles como Almost Paradise en 1984 junto a Mike Reno para la película Footlose y Surrender To Me en 1989 junto a Robin Zander vocalista de Cheap Trick.

Nancy Wilson ha sido parte de la banda sonora de algunas películas como Jerry Maguire (1996), Almost Famous (2000),Vanilla Sky (2001) y Elizabethtown (2005).

Ahora un pequeño recuento de temas.

Época rock, Magic Man

Crazy On You, en vivo y con un gran intro acústico

Simplemente Barracuda

Acercándose al glam rock con What About Love?

Uno de sus temas más conocidos, These Dreams

Una gran power ballad, Alone

Siguiendo la senda romántica con All I Wanna Do Is Make Love To You

Demostrando que la destreza vocal se mantiene con la edad, Alone en versión acústica

Recordando otros trabajos de Ann Wilson, esta vez con Mike Reno y el meloso éxito Almost Paradise

lunes, 21 de octubre de 2013

Agentes de Shield

A finales del mes de setiembre se estrenó para latinoamerica la serie Marvel's Agents Of SHIELD.

La serie comparte el mismo universo que el de las películas de la Marvel por lo que hay varias referencias a las mismas, sobre todo a The Avengers.

¿De qué trata? Pues de las misiones de un grupo de agentes de la organización SHIELD (Sistema Homologado de Inteligencia, Espionaje, Logística y Defensa) liderado por el agente Phil Coulson, el mismo que vimos en Iron Man, Iron Man 2, Thor y The Avengers.

Phil Coulson (Clark Gregg)
Si nos enfocamos en la serie y dejamos de lado todos los elementos que la rodean (el universo cinematrográfico de Marvel, los cómics y los personajes que conforman el SHIELD de los cómics), podemos decir que lo que estamos viendo es una serie ligera, discreta y cuyo marketing la supera en muchos aspectos. Después de ver los 4 primeros episodios podemos decir que la serie es bastante irregular, ha tenido episodios bastante logrados y otros que rozan el cliché, además abusa del chiste fácil y hasta ridículo (algo que se había logrado controlar en las películas). Sin embargo llega a tener momentos que conectan con el espectador, sobre todo los protagonizados por el agente Coulson o la agente Melinda May, quizá los dos únicos personajes carismáticos en la serie.

Ahora, si tomamos en cuenta los elementos que la rodean, la cosa cambia. La serie está lejos de ser un buen spin off de las películas, a pesar de que se nutre de ellas y tiene detrás a Joss Whedon, el director de The Avengers y responsable del universo cinematográfico Marvel. Si tomamos en cuenta los cómics, la serie está aún más lejos del gusto de los fanáticos pues falla al mostrar el poder que SHIELD tiene en el universo Marvel, aunque se trate de un grupo reducido de agentes.

Detallemos un poco la serie a continuación.

viernes, 18 de octubre de 2013

Elysium: entre el realismo y la ciencia ficción

 Elysium combina realismo, ciencia ficción y referencias sociales.
En el mismo estilo visual de District 9 (2009), el director Neill Blomkamp vuelve a la carga esta vez con Elysium (2013), y repite tal cual aquella combinación de referencias sociales, ciencia ficción y acción realista. Si en la primera cinta el marco de la historia era la raza de alienígenas retenida en guetos sin posibilidad de escape, en Elysium es la tierra misma la que es usada para confinar a los grupos marginales, mientras que las clases privilegiadas se aíslan en una gigantesca estación espacial con todas las comodidades posibles e incluso libres de enfermedad alguna. 

Y al igual que el personaje de Wikus Van De Merwe (interpretado por Sharlto Copley) en District 9, Max (a cargo de Matt Damon) es empujado por azar a una situación en la que solo le queda actuar para sobrevivir. Nuevamente, también aquí se plantea la lucha del individuo contra el sistema, el personaje anónimo que se convierte en héroe sin pretender serlo y cuyo deseo es regresar a su estado previo, hecho que lo involucra con seres desvalidos a los que termina por ayudar.

Como en District 9, se recoge la idea de la marginación y el abuso del poder.
Neill Blomkamp tiene aquí una historia ya conocida, pero que reviste con su propio estilo, apoyado además en un buen reparto. Sharlto Copley le imprime intensidad al despiadado Kruger, y Matt Damon logra componer un protagonista creíble, aunque muy lejos del Danny Archer de Leonardo DiCaprio en Diamante de sangre (Blood Diamond, 2006) o el Theo Faron de Clive Owen en Hijos de los hombres (Children of Men, 2006). 

Correcta, pero fría y acartonada.
Blomkamp opta por un Damon más contenido, sin asomo de lados oscuros ni aristas; lo que impide un contraste mayor entre su deseo de sobrevivir, su supuesto carácter solitario y su redención final. Algo que sí ocurre con Danny Archer y Theo Faron en Diamante de sangre e Hijos de los hombres, respectivamente. Y es esa falta de intensidad dramática la que tal vez coloca a Elysium por debajo de las dos cintas mencionadas.

Blomkamp prefiere ir por el lado de la historia, la cual sabe componer bien, con una línea narrativa que avanza sin tropiezos y protagonistas que cumplen su rol (como piezas de un rompecabezas), aunque tal vez algo esquemáticos y previsibles. Ver a Jodie Foster como la fría funcionaria Delacourt es el mejor ejemplo: es eficiente, compone el personaje como lo hace siempre, pero es tan previsible su actuación como su final. En cierta forma se queda en lo superfluo de la imagen y el diálogo.

Copley aporta intensidad y acción.
Es cierto, Elysium cuenta bien su historia y alguien podría decir que es una buena cinta en general, lo cual es cierto; pero por alguna razón nos queda la sensación de que todos esos elementos pudieron darnos una película más compleja o al menos más intensa en lo dramático. 
Tal como District 9, el largometraje se ubica a la mitad de ese extremo (el del mayor drama y complejidad) y el de las cintas de ciencia ficción con más acción y elementos fantásticos. Sin duda,  Wikus Van De Merwe (Sharlto Copley) transmitía más angustia y emoción que Max (Matt Damon). 

Dicho todo lo anterior, es una película entretenida, que gusta y deja satisfechos a los espectadores en general (por lo que pudimos comprobar) y que eleva en cierta forma (por su correcta dirección, puesta en escena, actuaciones e historia) el bajo nivel de la cartelera local. 



jueves, 3 de octubre de 2013

El fatal regreso de Kick-Ass

Kick-Ass 2 se limita a replicar sin creatividad los recursos de la original.
Kick-Ass (2010) fue una simpática y grata sorpresa. Matthew Vaughn (X-Men: First Class) supo dar a la cinta un estilo desenfadado, pero también ácido y con los toques gore del cómic original de Mark Millar y John Romita Jr. Gracias al buen pulso de Vaughn, el relato del adolescente que juega a superhéroe se iba tornando serio, con recursos del cómic y del cine de acción, con un estilo lúdico y una banda sonora efectiva. Lo mejor fue sin duda el personaje de Hit-Girl (Chloë Moretz).
El buen resultado de la cinta llevó a Millar y Romita Jr. a elaborar contra el reloj la segunda parte del cómic (Kick-Ass 2) para dar lugar a la secuela fílmica, que esta vez estuvo a cargo de Jeff Wadlow (Never Back Down). ¿El resultado? A nuestro gusto, y lamentablemente, una cinta sin alma y sin el brillo de la original.

Jim Carrey y un personaje que merecía más atención.
Kicks-Ass 2 (2013) lo tenía todo: los protagonistas y las referencias de la primera parte, y un Red Mist (Christopher Mintz-Plasse) convertido ahora en The Motherfucker y decidido a vengar la muerte de su padre. 
Jeff Wadlow usa todos los recursos de su antecesor: la banda sonora original, las escenas de acción con toques sangrientos, las breves referencias visuales al estilo del cómic, la actitud desenfadada de Hit-Girl, la voz en off de Kick-Ass, los amigos de la escuela, el oficial y tutor de Mindy (Morris Chestnut). Tiene además a un correcto Jim Carrey en el papel del Coronel Stars and Stripes y una serie de personajes secundarios que prometían algo más. Pero nada resulta. Porque a pesar de todas esas piezas, la cinta carece del estilo épico y emotivo que supo imprimir Matthew Vaughn a la primera cinta.

Sobran los personajes secundarios, pero no trascienden.
No hay escenas como el rescate de Big Daddy (Nicolas Cage) y Kick-Ass por parte de Hit-Girl; o la aparición de Kick-Ass con un jetpack para salvar a Hit-Girl. Jeff Wadlow no es capaz de repetir el ominoso momento de Big Daddy colocándose el disfraz sin imaginar el fatal destino que le espera; o en el otro extremo, tampoco logra una escena boba pero graciosa como la de Kick-Ass y Red Mist en el auto haciendo muecas.

Los momentos de acción son contados y no sorprenden ni emocionan, a pesar de la secuencia a cargo de Mother Russia (Olga Kurkulina) ni el enfrentamiento final sin mayor creatividad.  Tampoco surten efecto las muertes de ciertos personajes, como sí ocurría con el final de Big Daddy. Y mientras la mayoría de personajes navega en la intrascendencia o se desperdicia como Javier (John Leguizamo) o el tío Ralph (Iain Glen), lo peor viene por el lado de Hit-Girl. Sus dilemas existenciales para encajar en la escuela y su paso de niña a adolescente son un total cliché, al punto de que una escena nos hizo pensar en la próxima cinta de Chloë Moretz (Carrie, 2013). El único momento para rescatar es la mirada de Hit-Girl a través del filtro del casco mientras conduce su moto. Pero es apenas unos segundos.

Hit-Girl hace lo que puede, pero la cinta no ayuda.
Tal vez el hecho de que esta segunda parte costó menos que la primera (28 millones de dólares frente a los 30 de la original), puede explicar que incluso parezca visualmente más modesta. Al parecer, Universal Pictures nunca le tuvo mucha fe a esta película y la gente de Marv Films (la productora de las dos cintas) no pudo conseguir un mayor presupuesto.

En lo personal, nos quedamos con el recuerdo de los personajes de la primera película. Con una Hit-Girl pícara, pequeña y mortal, un Kick-Ass algo torpe pero más divertido, y sobre todo con el Adagio en D Minor de John Murphy, y American Trilogy de Elvis Presley como banda sonora. Pues la verdad, a nuestro humilde parecer, el regreso de Kick-Ass ha sido una completa decepción.