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La dirección artística es lo mejor en Prometheus (2012). |
Lo mejor de Prometheus (2012) de Ridley Scott es la puesta en escena. Un detalle (la dirección artística, el cuidado por la imagen y la ambientación) que ha sido reconocido en otras películas del mismo director.
Para nuestro gusto, esta característica y la escena inicial de la nave con un solitario David (el personaje interpretado por Michael Fassbender) nos hicieron esperar una gran historia. Por un momento pensamos en 2001: A Space Odyssey (1968) de Stanley Kubrick.
En Prometheus, la idea central es el viaje de un grupo de tripulantes en busca de una antigua civilización para hallar la respuesta al origen de la humanidad. Pero lo que debería ser un descubrimiento, un relato espacial más cercano a Odisea del Espacio, se transforma en una historia con vacíos y además con persecuciones, escenas y personajes que nos recuerdan a Alien (1979); por supuesto, con mejores efectos especiales.
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Los primeros minutos generan expectativa. |
Los personajes son planos, algunos solo decorativos y la carga dramática recae solo en uno: la científica Elizabeth Shaw (interpretada por Noomi Rapace). Los diálogos son superfluos y hay sucesos que los protagonistas asumen de forma muy rápida, casi sin sorpresa, y sin mayor sustento: la presencia de seres desconocidos que diezman la tripulación, el encuentro con uno de los llamados Ingenieros (la razón del viaje), la explicación de las naves y los seres alienígenos en el planeta.
La falta de un mayor desarrollo de los caracteres principales y el hecho de que la supuesta historia central (quiénes son los llamados Ingenieros o artífices de la raza humana) se resuelva con tanta simpleza impiden darle a la historia una mayor profundidad. Está bien simplificar, pero al hacerlo todo tan simple se queda en lo superfluo. Incluso lo que debería impresionar carece de efecto. Los personajes, con una sola frase, explican sucesos complejos sin más sustento que una simple deducción.
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Solo imagen: la historia se simplifica demasiado. |
El personaje de David –el único de cierto desarrollo junto con el de Elizabeth– está lleno de detalles que solo quedan en lo superficial. La cámara nos acerca a cada gesto de Fassbender como para descubrirnos un interior que no se llega a dilucidar, mientras que sus actos o sus motivaciones –gravitantes en la historia– no se explican del todo.
Hay partes que son previsibles y el final abierto pretende ser ambicioso más por lo que se dice o se anuncia que por lo que se muestra. Aunque a los fanáticos de la saga seguro emocionará saber que Prometheus tendrá una segunda parte que podría estrenarse el 2014 o el 2015, esto no justica que se deje tantas interrogantes.
Sin duda la parte visual (y si a eso le sumamos el 3D) y la acción pueden dejar más que satisfecho al espectador. Pero aunque en un post anterior señalamos que lo mejor era "ir con la idea de pasar un buen rato y no pedirle más al buen Ridley", recogemos la idea central de varias críticas: no es que sea necesariamente una mala película; sin embargo, Prometheus se queda a la mitad de lo que pudo ser una gran película, y eso es lo que decepciona.
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La parte dramática recae en Noomi Rapace . |
La idea no dejaba de ser interesante y lo señalamos en un post anterior: tomar un elemento de Alien (1979) y hacer que la historia se bifurque para brindar a esta saga la posibilidad de adentrarse en el género de la ciencia ficción (con las cientos de miles de argumentos que brinda este tipo de literatura) y rescatarla de la decadente lista de secuelas de acción a partir de Aliens (1986).
Alien (1979) de Ridley Scott es un clásico de la ciencia ficción. No solo es la historia de un grupo de personajes cazados por un ser del espacio, es una gran película de suspenso, e incluso de terror, con una lograda ambientación (el planeta hostil, la olvidada nave alienígena y cada oscuro ducto por el que los tripulantes y el monstruo espacial se enfrentan). La sólida historia, el buen desarrollo de los personajes, la cuidada recreación de elementos de ciencia ficción (como las cápsulas de hibernación, la nave y el jinete espacial, el carguero que transporta a la teniente Ripley y compañía, los vehículos, la sórdida función del androide) son algunos de los valores que la separan de cualquier otra película con similar argumento (y abundan por cierto).
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Los elementos de ciencia ficción son decorativos. |
Hay más de un paralelo entre Alien y Prometheus, pero esto no queda solo en los elementos y referencias obligadas entre ambas. Los personajes (sobre todo los dos más importantes) y la forma como se resuelven los hechos en Prometheus le restan originalidad. Puestos a comparar, y aunque en apariencia de argumento menos ambicioso, Alien (1979) es mejor película aunque carezca de toda la parafernalia visual y el 3D.
Lo reconocemos, queríamos deslumbrarnos con una extraordinaria historia de ciencia ficción (la literatura de este género abunda en relatos deslumbrantes en creatividad). Pero lo cierto es que estamos ante una película sencilla (por historia y desarrollo), aunque atractiva en lo visual. Simple y correcta si se desea, pero nada más.
Para quienes deseen saber más sobre el filme, dejamos algunos apuntes, pero debemos advertir que se mencionan partes de la película. De continuar es bajo riesgo propio, como los tripulantes que ingresan a una oscura y olvidada nave alienígena.