Lo que siempre funcionó: la dupla de los agentes J y K. |
Barry
Sonnenfeld, el director, tenía por entonces entre sus mejores entregas la
primera parte de la Familia Adams (The Addams Family, 1991), la comedia For
Love or Money (1993) con Michael J. Fox y Get Shorty (1995) con John Travolta. En Men in Black no abundaba
necesariamente la acción, los detalles fantásticos cumplían para aportar
elementos de ciencia-ficción, los extraterrestres eran por demás extravagantes y en general funcionó. Pero somos
sinceros, nunca nos pareció la gran cosa.
El malvado de turno: Boris The Animal y compañera. |
Más
ligera, menos ácida en su sentido del humor pero sin apartarse del tono de
comedia, Men in Black II (2002) cedió a una trama que incluía la nota romántica
y sensible a cargo de Will Smith y Rosario Dawson, junto con los recuerdos olvidados de Tommy Lee Jones. Lara
Flynn Boyle fue la malvada a derrotar (no lo hizo mal) y Johnny Knoxville (recordado
integrante de Jackass) aparecía de relleno.
Esta secuela también se dejaba ver, pero la acción era demasiado sosa para un público que esperaba las segundas partes de The Lord of the Rings (The Two Towers) y Harry Potter (The Chamber of Secrets). También aquel 2002 se estrenó Spider-Man, Ice Age (La era de hielo) y Minority Report. Acción, humor, efectos especiales, seres animados y fantásticos y ciencia-ficción a granel y para todos los gustos. Men in Black ya no era novedad.
Esta secuela también se dejaba ver, pero la acción era demasiado sosa para un público que esperaba las segundas partes de The Lord of the Rings (The Two Towers) y Harry Potter (The Chamber of Secrets). También aquel 2002 se estrenó Spider-Man, Ice Age (La era de hielo) y Minority Report. Acción, humor, efectos especiales, seres animados y fantásticos y ciencia-ficción a granel y para todos los gustos. Men in Black ya no era novedad.