"300: Rise of an Empire" es una buena película de acción. |
"300: Rise of an Empire" (2014)
de Noam Murro (Smart People, 2008) es la continuación de la recordada “300”
(2006) de Zack Snyder. Si un mérito tuvo la cinta de Snyder fue su propuesta
visual, aunque las actuaciones y el ritmo narrativo quedaban relegados.
El punto fuerte eran las secuencias de acción y las escenas tomadas del cómic
de Frank Miller. La caracterización de los personajes, el tono violento de la
historia y los diálogos eran una réplica del cómic. Snyder se aplicó
en trasladar dicha esencia a un estilo visual que llenó los ojos del espectador.
La cinta narra las batallas marítimas de persas y atenienses. |
Y así como “300” replicaba al cómic de Miller en
contenido y estética, "300: Rise of an Empire" repite la puesta en
escena de la primera cinta y el estilo de las escenas de acción. El resultado
es una película que supera a la primera en fluidez y que visualmente es tan
buena e incluso mejor que la original.
El director Noam Murro tiene el mérito de no
complicarse con la tarea y seguir lo que hizo Zack Snyder en “300”. Por ello
los defectos y virtudes de "300: Rise of an Empire" son en cierta
forma los mismos que la primera cinta.
Sullivan Stapleton interpreta con solvencia a Temístocles. |
A favor está un guion que aprovecha la historia
del rey Leonidas (Gerard Butler) y su batalla en el paso de Las Termópilas frente
al ejército de Jerjes (Rodrigo Santoro).
La trama y los personajes de la primera cinta vuelven a aparecer para dar
continuidad a esta nueva historia que se enriquece con todos los referentes
anteriores. La necesidad de mostrar el origen y las motivaciones de Jerjes, así
como las de Artemisia (Eva Green) en
su odio hacia los griegos, permite que el personaje del rey Persa y el resto de
su corte tengan mayores matices y detalles. Ya no estamos aquí frente a un
ejército sin rostro ni caracteres del todo planos. La estética de los
enfrentamientos en el mar es otro acierto.
Algo que no
nos agradó de "300” fue su poco desarrollo argumental y la pobre dirección
de los actores, salvo por el personaje de Leonidas, que Gerard Butler supo
caracterizar. Aunque visualmente no había nada que reprocharle a Zack Snyder, lo cierto es que las
batallas se volvían repetitivas y la narración era casi monocorde. Las frases y
el discurso épico de Frank Miller salvaban estos escollos.
Felizmente,
en "300: Rise of an Empire" el estilo narrativo y el uso de la voz
en off se supedita a la historia y a la acción; además, el tono solemne,
tan recargado en “300”, se aligera un poco y da más espacio a los diálogos y
las actuaciones.
A favor: el uso de personajes y referentes de la primera cinta. |
El resultado es una buena cinta de
acción, mejor narrada que la original, entretenida y que dejará muy
satisfechos a quienes disfrutaron de “300” y a quienes buscan pasar un buen rato. Las batallas llenan los ojos, la sangre
abunda por doquier y se deja la opción para una
tercera parte. Qué más se puede pedir.