miércoles, 3 de octubre de 2012

La comedia boba

Will Ferrell nos trae otra comedia intrascendente y simplona.
Si hace poco hablamos de That's my boy (2012) de Adam Sandler, esta vez toca el turno de The Campaign (2012) con Will Ferrell. Al igual que Sandler, Ferrell ganó notoriedad en Saturday Night Live y sus personajes desde un inicio se caracterizaron por ser en extremo chirriantes, absurdos y extravagantes. Con esa misma idea saltó al cine en breves apariciones en cintas como Austin Powers (1997) o como protagonista en películas intrascendentes como Men Seeking Women (1997). Y al igual que otros integrantes de Saturday Night Live, llevó alguno de los personajes que creó en el show a la pantalla grande como en Night at the Roxbury (1998) con Chris Kattan. Y así le ha ido en todo este tiempo, como actor de reparto o como protagonista central con personajes más o menos soportables.

Zach Galifianakis (The Hangover) hace otra vez de tonto.
Y decimos soportable porque sus personajes, que son versiones y variantes de lo que hacía en Saturday Night Live, siempre destilan disfuerzos, gritos y absurdos que en muchos casos no dan risa. Si Adam Sandler puede a veces interpretar personajes en apariencia normales (solo en apariencia), no hay personaje de Ferrell que desde un inicio no sea parcial o totalmente absurdo. El problema es que está muy lejos de ser un Peter Sellers, y si bien ha salido airoso en películas serias como Melinda y Melinda (2004) y Stranger Than Fiction (2006), su sentido del humor con el paso de los años no ha evolucionado y tiene el mismo problema que el de Sandler: termina siendo bobalicón, infantil y aburrido.

Jason Sudeikis y Dylan McDermott (al fondo) hacen lo que pueden.
Eso sí, debemos reconocer que tiene sus fans. Tal vez una de sus cintas más rescatables sea Anchorman: The Legend of Ron Burgundy (El reportero, 2004) en donde Christina Applegate no se limita a ser una cara bonita y en donde un buen reparto de comediantes (Paul Rudd, Steve Carell, David Koechner, Fred Willard, Chris Parnell, Fred Armisen, entre otros) diluye los excesos a los que pueden llegar Ferrell. Old school (2003) fue otra cinta que le sirvió de trampolín, en parte gracias al director Todd Phillips, el mismo de The Hangover (2009). Sin ser gran cosa, Elf (2003) dirigida por Jon Favreau (Iron Man y Iron Man 2) es otra comedia en que sus disfuerzos son controlados, mientras que The other guys (2010) con Mark Wahlberg quedó a medias. Y paremos de contar.

John Lithgow y Dan Aykroyd son desaprovechados en este film.
En su más reciente película The Campaign (2012), interpreta a Cam Brady, un ridículo candidato a senador que se enfrenta a un inesperado rival, el ingenuo y torpe Marty Huggins a cargo de Zach Galifianakis (Marty Huggins). Lo que pudo ser una comedia divertida entre dos personajes que hacen todo por ganar la elección –ni siquiera pedíamos una inteligente sátira sobre la política norteamericana–, se convierte en una sucesión de escenas, algunas divertidas y otras de las más tontas, en que Will Ferrell vuelve a presentarnos uno de sus ya trillados y neuróticos personajes como en Kicking & Screaming (2005), Talladega Nights: The Ballad of Ricky Bobby (2006), Blades of Glory (2007), Semi-Pro (2008) o Land of the Lost (2009).

Brian Coxe, otro actor de peso, en un papel para cumplir.
Al igual que Adam Sandler, esta vez Ferrell recurre a actores de viejo cuño como John Lithgow y Dan Aykroyd, a los que desperdicia en intrascendentes personajes. Lo mismo sucede con Jason Sudeikis que hace lo que puede y solo Dylan McDermott, que interpreta a un oscuro asesor de imagen, llega a ser divertido. El final relamido y dulzón contrasta con algunas bromas subidas de tono a lo largo de la cinta y no hace sino darle un resultado aun más tonto al conjunto de la película. Al estilo Will Ferrell.


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