martes, 2 de octubre de 2012

El regreso de la vieja escuela

Una cinta para disfrutar entre explosiones, acción y viejos héroes.
The Expendables (2010) nos trajo a Sylvester Stallone (en el papel del mercenario Barney Ross) y a toda una pandilla de duros y añejos actores de acción en un intento por recrear mejores tiempo, sin tomarse muy en serio y apelando un poco a la nostalgia. 
Pero fue más la curiosidad de ver juntos a Stallone, Jason Statham, Jet Li y Dolph Lundgren y un par de forzudos más aunque no tan célebres como los anteriores. Y claro, el gancho de las brevísimas apariciones de Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger. El argumento era lo de menos y el tema eran estas glorias de acción pasadas. Sin embargo, y sin ser la gran cosa, la película logró sobrevivir al gusto de cierta parte del público (mas no de la crítica), pues resultó ser una cinta de acción al mejor estilo de los ochenta y de inicios de los noventa.  

¿Y qué nos trae The Expendables 2 (2012)? Pues una versión aun más ligera en su trama y con todos los tópicos de las viejas cintas de acción de hace unas tres décadas: los buenos son buenos, rudos e imbatibles; y los malos, pues lo son tanto que su única función es recibir su merecido. Y la verdad es que funciona.

Schwarzenegger, Stallone y Willis. ¿Se puede pedir más?
Aquí no vale buscar grandes argumentos, diálogos o actuaciones para algún premio. El asunto es divertirse y reírse con estos héroes que se enfrentan a cientos de tipos armados hasta los dientes, sin recibir un solo rasguño. Los diez minutos del inicio son una réplica de todas las cintas de acción desde Commando (1985), Delta Force (1986), la saga de Rambo y más. 


Luego de un entretenido y vertiginoso inicio para colmar de felicidad a los fans, empieza la historia, aparece Jean-Claude Van Damme en plan de malo (los años que han tenido que pasar para que por fin aparezca en una cinta con megaestrellas de acción), se añade algo de drama, y de allí en adelante es solo cuestión de ver cómo los buenos eliminan a los malvados sin pestañear mientras se dan tiempo para soltar un par de bromas entre balazos y explosiones. Porque eso sí, la acción es trepidante y colma hasta al más exigente en el género.

Stallone con una leyenda de acción. Chuck Norris se luce.
Porque Stallone y compañía saben su negocio y son los primeros en no tomarse en serio (aunque Dolph Lundgren ya parece una caricatura de sí mismo). Esta vez Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger se reivindican, pues aparecen los minutos que deben aparecer haciendo lo que mejor saben: soltar un chiste mientras descargan sus armas. Ni qué decir del buen Chuck Norris que se divierte tanto que elimina a los malos casi sin darse el trabajo de apuntar.

Van Damme en plan de malo y con su espectacular patada.
Seguro habrá quienes criticarán por todos los lados esta película, pero en nuestro caso nos divertimos en grande y fue genial ver a estos héroes inolvidables de nuestra niñez, adolescencia, juventud y adultez. Solo lamentamos que  Van Damme no haya tenido algún otro actor de la vieja guardia (digamos por ejemplo Steven Seagal) para que lo acompañara y equilibrara un poco el equipo de los malos.

Pero la cinta  no es solo para nostálgicos, porque las cinéfilos más jóvenes se divierten de lo lindo y aunque algunas referencias no las lleguen a entender (a Terminator, Total Recall, Hard to die, Delta Force y más), igual simpatizan con Stallone y compañía. Y es que  The Expendables 2  rescata esa esencia de las cintas antaño, en la que los buenos le daban una gran paliza a todo aquel que se lo merecía entre hiperexplosiones, frases rudas, buenos golpes y sonrisa mordaz. Qué más podemos pedir.


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