viernes, 8 de junio de 2012

La sana locura de Madagascar

Madagascar 3 entretine y divierte de principio a fin.
La primera entrega, Madagascar (2005), nos pareció bastante simple y hasta dejaba la sensación de acabar muy rápido y sin un gran momento (fue recibida con tibieza por la crítica); la segunda, Madagascar: Escape 2 Africa (2008), repitió la fórmula con el riesgo de que Alex el león se parecía más a Ben Stiller que a Alex (¿recuerdan la parte del baile?), pero lo cierto es que ambas tuvieron una buena aceptación entre el público. Es más, la platea realmente disfrutaba con aquel cuarteto extravagante.
¿Qué la hizo sobrevivir a otras tantas películas animadas que han salido antes y después? Tal vez la locura de sus personajes, divertidos, siempre saliendo de un apuro y otro, sentimentales cuando lo deben de ser, torpes en ocasiones y sin temor al absurdo o el ridículo que generaban sus contrastes. Las referencias a otras películas y elementos culturales entretienen y divierten sobre todo al público adulto, mientras que los más pequeños esperan la siguiente trastada del grupo de cuatro amigos. Por cierto, los famosos pingüinos son un excelente complemento y el buen aporte de los monos y los lémures, con el loco rey Julien a la cabeza, aseguran una salida rápida para la comedia.
Cuarteto entrañable. Alex y compañía se van al circo.
¿Y esta tercera? Madagascar 3: Europe's Most Wanted (2012)? Lo diremos sin rodeos: es muy divertida y sin duda la mejor de todas. Aquí no esperen coherencia alguna con relación al final de la entrega anterior. Es más, la acción empieza casi de inmediato, sin una breve introducción que permita saber qué fue de ellos en el intermedio (esta tercera parte puede encajar con el final del primer filme y olvidar todo lo sucedido en la selva). Pero eso es lo de menos, la cadena de sucesos, todos graciosos, nos hacen olvidar ese pequeño vacío y una que otra incoherencia. El resto es un incesante devenir de acción, proezas, bromas, momentos hilarantes y también emotivos (en su justa medida) y referencias culturales simples pero efectivas. Y funciona muy bien.
La calidad gráfica merece el 3D.
La platea disfruta la película y se deja llevar por los personajes a placer. Hay que rescatar la excelente calidad gráfica de esta tercera parte (la persecución en Montecarlo es de vértigo), el divertido personaje de la capitana Chantel DuBois (Frances McDormand) y su grupo de policías, el detalle de los escenarios (es increíble el trabajo visual en ese aspecto) y un sentido del humor que en ocasiones se da espacio para lo lúdico e incluso la ironía sin afectar la historia (la escena de la parodia a Edith Piaf es simplemente genial aunque no todos se den cuenta). Por cierto, quienes gusten del 3D serán felices con esta Madagascar 3, pues hay escenas que son sin duda para verlas con los famosos lentes oscuros.
DuBois aporta risas y acción. 
Y aunque la versión que vimos era traducida y no pudimos escuchar a Ben Stiller (Alex), Chris Rock (Marty),  David Schwimmer  (Melman), Jada Pinkett Smith (Gloria) y Sacha Baron Cohen que sin duda es tan loco como Julien, el doblaje es bastante correcto.
Para quienes gustaron de las dos anteriores, no queda sino decirles que esta les encantará y aunque la saga debería terminar aquí pues es un buen cierre, una cuarta parte bien podría llegar. Solo queda decir: disfrútenla.

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