viernes, 1 de junio de 2012

El escorpión sobre tu espalda

Hace poco escribimos sobre Drive de Nicolas Winding Refn y entre los detalles que no mencionamos hay uno que podemos contar sin echar a perder la película para quienes aún no la han visto. En una de las escenas de este filme se hace mención a la historia del escorpión y la rana.
La primera vez que escuché ese relato fue también en una película: The Crying Game (1992). El Juego de las Lágrimas, como también se le conoce, fue dirigida por Neil Jordan, el mismo de Interview with the Vampire (1994). Película extraña, controvertida y con un giro argumental inesperado, The Crying Game hizo conocido a Jaye Davidson que dio vida a Dil, un personaje tan perturbador como inolvidable. Davidson fue nominado al Oscar como mejor actor de reparto en 1993 por su interpretación y repitió en parte aquel estilo ambivalente en Stargate (1994) de Roland Emmerich. Luego desapareció de la gran pantalla.
El engañoso juego de las apariencias: The Crying Game.
Tal vez de haber existido Internet y toda la parafernalia actual de los medios, a Davidson no le hubiese sido tan fácil borrarse del mapa, pero estamos hablando de inicios de los noventa. The Crying Game es una película para verla sin prejuicios y sin apuro alguno. Tal vez parte de su efecto no sea el mismo en estos tiempos modernos, pero sigue siendo una buena película y en su momento incomodó a más de un espíritu moderado.
¿Y de qué trata la historia del escorpión y la rana? Pues sucede que un escorpión quería cruzar un río pero no sabía cómo. En eso ve una rana que descansaba muy cerca y le pide que lo lleve sobre sus espaldas al otro lado de la rivera. La rana se niega de inmediato. “¿Por qué no me puedes llevar?, preguntó el escorpión. “Porque si lo hago me clavarás tu aguijón y ambos moriremos ahogados en el río”, contestó la rana. El escorpión le respondió: “Te aseguro que no lo haré. Si te pico yo también moriré y no quiero que eso suceda. Confía en mí. Te prometo que nada pasará”.
El escorpión está presente en Drive.
Luego de dudar por unos segundos la rana aceptó: “Sube”, le dijo al escorpión. Todo iba bien hasta que a medio camino la rana sintió el aguijón del escorpión. “¿Qué has hecho? ¿Por qué me has picado? Ahora los dos moriremos en el río”, exclamó aterrada la rana. “No pude evitarlo”, le dijo el escorpión, “Está en mi naturaleza”.
En The Crying Game, esta historia es narrada con un matiz entre resignado y agridulce por el protagonista central Fergus (Stephen Rea) a Dil (Jaye Davidson). En Drive, sin embargo, el mensaje es algo más fatalista.
¿Alguna conclusión? Ninguna respuesta funciona igual para todos. Pero si se es una rana, lo mejor es mantenerse lo más lejos posible de las naturalezas fatales. Tarde o temprano nos meterán en un lío muy gordo. ¿Los escorpiones? Dicen que a veces alguno de ellos termina en el fondo de un río… junto a su pobre e ingenuo samaritano.

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