Chloë Moretz: cuando Hit-Girl creció

Adolescente y con un arma. Chlöe Moretz ya no usa antifaz. 

Kick-Ass (2010) fue la cinta que le dio a Chloë Grace Moretz (Estados Unidos, 1997) la etiqueta de pequeña estrella. Para entonces tenía 11 años y ya había realizado un buen número de roles. Pero el personaje de Hit-Girl le dio ese carácter de niña mala capaz de ensuciarse las manos con la sangre de sus enemigos y dar un beso volado como una pequeña vampiresa (la frase no es un capricho y ya verán por qué). 

El desenfado con el que interpretó el personaje de Hit-Girl y la combinación de humor negro y acción de la cinta dejaron un halo sugerente en la imagen de la pequeña niña (Hollywood, todo en ti es fantasía) que dio lugar a que fuese escogida para hacer de Abby en Déjame entrar (Let me in, 2010), una réplica correcta pero también descarada de la película sueca de 2008 (recomendamos de lejos la original). ¿Y de qué trataba Let me in? Pues de una pequeña vampira, es decir, sangre otra vez. 

Hit-Girl, el alter ego de Moretz.

Así que el personaje de Hit-Girl cambió balas por colmillos y la actitud arrebatada por una más sombría. Y aquí va el asunto, Moretz es una actriz eficiente, pero es claro que en Hollywood sacan cuentas y terminan por encajonar a los actores. Su aparición como la adolescente Carolyn Stoddard en Sombras tenebrosas (Dark Shadows, 2012) le salió bien, pero vamos, era como imaginar a Hit-Girl a los quince años y aburrida de todo; peor aun, en la escena final resulta que es una adolescente-lobo, es decir, pasó de vampira a otro ser con colmillos. Solo en La invención de Hugo (2011) pudo hacer algo diferente, un personaje (Isabelle) más bien entusiasta e inocente, aunque algo naif y plano (como la cinta misma, aunque se molesten los defensores de Scorsese).

Let me in (2010). Moretz en versión vampiro y más oscura. 

Sin embargo, como en el personaje de Let me in, la sangre llama a Moretz, y apareció en Texas Killing Fields (2011) para no defraudar a sus seguidores desde Hit-Girl. Lo curioso es que luego de hacer de la cándida Isabelle en La invención de Hugo (2011), se mandó con una cinta que pasó sin pena ni gloria, Hick (2011), una especie de drama ácido en el que nuevamente se insinúa como un personaje perturbador y en el que ya juega con el hecho de que la picardía de Hit-Girl puede convertirse en sensualidad más bien arisca y directa, pero sensualidad al fin y al cabo. 

Aburrida y a la espera de acción.

Hay quienes la comparan con Jodie Foster en Taxi Driver (1976) y es posible: Chloë Moretz habría hecho con solvencia el personaje de Iris (la niña-prostituta que De Niro quiere rescatar). Curiosamente no la vemos haciendo de Lolita, como lo hizo Dominique Swain en la cinta de 1997 con Jeremy Irons. Y no porque no sea capaz (no podemos saberlo), sino porque, tarde o temprano, le pedirían que tenga un arma entre las manos. Lo que sucede en Hick (2012).

Así, entre las jóvenes actrices, mientras Dakota Fanning (The runaways, I am Sam) hace de todo un poco y su hermana menor Elle Fanning (Super 8) se inclina a personajes dulces, Moretz acumula para el 2013 algunos dramas, pero también una nueva versión de Carrie (el clásico de terror de Stephen King), una posible cinta de zombis y, por supuesto, Kick-Ass 2: Balls to the Wall.

Dejamos el tráiler de Hick por si alguno de sus fans se anima a conseguir el DVD. Advertimos que el filme recibió solo comentarios negativos de la crítica; pero vamos, es claro que el interés es ver a Hit-Girl, perdón, a Chloë Moretz en su versión adolescente. Juventud, divino tesoro.