Fred y Ginger. Cuando el romance era perfecto. |
La rutina y el diario vivir nos convierten a veces en una sombra de
lo que pudimos ser o de lo que deseamos ser. Para nosotros y para nuestros
seres amados.
¿A qué viene
todo esto? A que hace poco le comenté a mi buen amigo Blue Citizen que para
musicales había tenido suficiente con Chicago (2002) y Hairspray (2007), por no
mencionar otras cintas en donde abundan jóvenes de pasarela y actitud rebelde que en general no me dejaban nada.
El tiempo pasa y uno olvida. Pero, por suerte, la tecnología, que a veces nos deshumaniza, también nos puede devolver mejores recuerdos. Y tal vez este video te pueda
regresar a tiempos mejores.
Depende de cómo
lo veas. Por mi parte, desearía bailar con ella así como Fred Astaire lo hace con
Ginger Rogers. ¿Qué más bella forma de decirle cuánto la amas?
Por cierto,
la película es Swing Time (1936).
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