Siniestro: te hará saltar de tu butaca

Siniestro (2012) tiene escenas que te harán saltar del asiento.

Tras ver Red lights (2012) nos topamos con Siniestro (Sinister, 2012). A diferencia de Red lights, cuya crítica ya hicimos, Siniestro no se anda con rodeos y sí es una película de terror. 

Ethan Hawke es Ellison Oswaltt, un escritor que desea recobrar el éxito perdido con la investigación de un terrible crimen. 

Los elementos de terror están allí, puestos de manera aplicada y funcionan: la casa apartada, el clan familiar (el escritor, su esposa y sus dos  hijos), los lugares cerrados, el viejo ático, los sonidos y hechos nocturnos, los momentos de tensión, las apariciones inesperadas y terroríficas, la música tenebrosa y paremos de contar. 

Más allá del personaje de Ethan Hawke, el resto de protagonistas es totalmente anexo, aunque resulta curioso ver a Vincent D'Onofrio (un actor de larga trayectoria) en un personaje tan secundario.

Nos parece que el público joven y adolescente es el que más la disfrutará. Para quienes hemos visto películas como Ju-on (2002) y Ringu (1998), Siniestro nos deja la sensación de una fórmula ya conocida.

En todo caso, si quieres saltar con un buen susto de tu asiento seguro esta película logra su cometido en determinados momentos.

El resto te lo contamos en el enlace que sigue.

Datos básicos:

• El director es Scott Derrickson quien tiene en su haber la correcta El exorcismo de Emily Rose (2005) y también la intrascendente The Day the Earth Stood Still (2008), aquella con Keanu Reeves.

• Siniestro ha obtenido críticas en su mayoría favorables, aunque muchos coinciden en señalar que recopila una serie de referentes y recursos de cintas de terror desde La profecía (The Omen, 2006) hasta las películas japonesas que hemos mencionado: Ju-on (2002) y Ringu (1998).

• El inicio es correcto, aunque de arranque se nota que recoge elementos típicos del horror: la familia que llega a la casa donde ocurrirán los hechos, el sheriff hosco que hace la clásica advertencia, el protagonista obsesivo (Ethan Hawke) que se adentra en su propia perdición, la pesquisa que desentraña una historia terrorífica detrás de los crímenes, las escenas de horror destinadas a asustar incluso a la fuerza y que van elevándose en intensidad y efectismo, etc. 

Ethan Hawke cumple en el personaje central.

• Repetimos, es una película que cumple su cometido, aunque nos deja al sensación de que es más una aplicada puesta en escena con elementos antes vistos. Pero eso le basta frente al nivel mediocre de la mayoria de cintas de terror de la cartelera.

• Su aplicada repetición de fórmulas apela a situaciones que efectivamente asustan, pero cuya presencia en el filme es totalmente caprichosa. Nos referimos al supuesto sonambulismo del hijo mayor del escritor: Trevor (interpretado por Michael Hall D'Addario). Con esa excusa se sostiene un par de escenas que hacen saltar a los espectadores, pero que son una descarada copia de cintas como Ju-on y Ringu.

• Los espectros que surgen al final de la cinta pasan de asustar a tener casi una presencia teatral y hasta mal actuada. Poco ayuda el maquillaje, pues en lugar de servir para generar una sensación de terror, hace más patente que se trata de actores, lo que resta mucho al efecto de miedo que se busca crear. 

• Acerca del maquillaje y los efectos especiales, lo cierto es que es una película de bajo presupuesto. Los estudios se han dado cuenta que con poco dinero pueden hacer películas que atraerán a un público deseoso de ser asustado.

• Hasta ahora, nada como las películas de terror japonesas para colocar el horror en lo cotidiano y convertir los lugares comunes a todo espectador en terribles ambientes de espanto.