En los noventa no existía el Internet tal como lo conocemos
hoy. Tenías que bucear entre miles de casetes en casa de los amigos para hallar
la música que buscabas. Caminar de tienda en tienda o acaso ir hasta el centro
de la ciudad o a alguna galería, famosa por vender copias de casetes, en busca de
aquellos títulos que no tenías cómo hallar.
Las melodías que anhelabas en aquellos días tenías que tomarlas al vuelo, de algún programa musical, escuchada
en la radio de algún bus o de improviso en alguna fiesta de entonces.
Extraño aquellos días en que caminaba desde casa hasta
aquella tienda de música ubicada a varios minutos pero que apenas notaba,
atrapado en sueños y anhelos de juventud.
El azul de Erasure.
En los ochenta fui un desorejado, así que a Erasure recién le presté atención años
más tarde, es decir, en los noventa. Pero cómo no disfrutar de aquel estilo
pop, alegre y colorido, lleno de vida y que era perfecto para escuchar en alguna
casa, cuando la fiesta había terminado y solo quedaban algunos amigos. Blue
Savannah pertenece al ábum Wild! de 1990.
El placer de Divinyls.
Una de aquellas canciones que se te quedan en la mente y en la retina (por
el video). Hoy que anda por ahí en Internet, ver el video de I Touch Myself (1991) me causa más
nostalgia que emoción. Pero en aquellos años, escuchar la voz incitante de Christina
Amphlett (vocalista) y esperar incansable a que pasaran el video en alguno de
aquellos extintos programas musicales era una explosión de adrenalina y demás.
El viernes de The
Cure. ¿Cómo no detenerse en Robert Smith y su música que merece incontables horas, páginas y recuerdos y no este pequeño espacio? Siempre
preferiré el sentimiento y la intensidad de sus melodías posteriores a sus
etapas de inicio, extrañas y más cercanas al post-punk, aunque no por eso menos
valiosas. Simplemente me tocaban más el corazón melodías como Friday I'm In Love (1993).
El amor imposible de U2. Podría mencionar cualquiera de las canciones del Achtung Baby (1991).
Todas poseen una belleza, una intensidad y un nivel que las hace
únicas, y en conjunto aun mejores por los matices que surgen entre ellas al
escucharlas. Podría escoger One, la
más conocida, pero me quedo con So Cruel.
Solo la letra es maravillosa.
Un tema interesante sobre la música está en los momentos que te hace recordar una simple melodía, esos recuerdos que van desde el momento en que la escuchaste hasta lo que sentiste en ese preciso momento. Hay quienes incluso recuerdan días y horas exactas.
ResponderEliminarFatman podría escribir varios textos al respecto. Este post es una pequeña muestra de ello, y si nos haz leído antes, sugiero que le exijas que publique una segunda y hasta tercera parte. Por lo pronto ya empecé a exigirle eso pero lamentablemente no me hace mucho caso.