lunes, 10 de diciembre de 2012

El Hobbit: empieza la gran aventura

El Hobbit llega a la cartelera para retomar el estilo visual de El señor de los anillos.

El Hobbit: Un viaje inesperado (The Hobbit: an unexpected journey, 2012) se estrena el 13 de diciembre y es difícil ser objetivo cuando hay tanta emoción de fans y público en general. Tenemos algunos reparos con esta nueva cinta, pero no deseamos herir la susceptibilidad ni el entusiasmo del espectador más ansioso. Y nos parece justo, pues al fin y al cabo, si una película te gusta, entonces ha cumplido su objetivo. Siempre estaremos agradecidos con Peter Jackson por regalarnos una trilogía llena de aventura y emoción que empezó con El señor de los anillos: La comunidad del anillo (2001). 

Jackson no solo hizo una encomiable labor en la dirección artística al basarse en las ilustraciones de Alan Lee y John Howe, sino también porque logró que toda una nueva generación descubriera la obra de Tolkien. También le dio un nuevo impulso a la industria del cine que halló en las cintas épicas y de fantasía una vertiente para saciar a la platea con grandes batallas, buenos efectos especiales y personajes heroicos.

Los enanos en los barriles. Una escena tal como en la novela.
Pero lo repetiremos: no hay en el estilo narrativo ni en los recursos de Jackson nada realmente espectacular o para el recuerdo. Lo mejor de El señor de los anillos es la historia, y la trilogía funciona mientras no se aleja de la novela original, aun cuando la tercera parte (El retorno del rey, 2003) ya mostraba un agotamiento y una repetición de la visto en las dos entregas anteriores. El gran mérito y los mejores momentos de la trilogía se dieron cuando Jackson logró trasladar la emoción y la fuerza visual de la narrativa de Tolkien a la gran pantalla.

Bilbo (Martin Freeman) tiene un papel central.
En todo caso, El señor de los anillos siempre será una bella historia de la literatura fantástica y una bonita trilogía fílmica. Dicho esto, lo que podemos adelantar de las críticas recogidas sobre El Hobbit: Un viaje inesperado es que replica el mismo estilo de la saga original, pero con mejores efectos visuales. A ello suma la acertada interpretación de Martin Freeman como Bilbo Baggins y la presencia de lan McKellen como el entrañable Gandalf. 

¿Por dónde van nuestros reparos? Simplemente en que El Hobbit como historia no tiene la extensión ni la densidad de El señor de los anillos y el haber tomado elementos de otros escritos de Tolkien para justificar la nueva trilogía nos sabe más a negocio mercantil que a la oportunidad de ver una saga que aporte algo más que solo efectos especiales.

Tal vez somos egoístas y no pensamos que hay toda una legión de fans y de espectadores que solo aspira a disfrutar de un grato momento, así como pequeños espectadores que tendrán la oportunidad de contemplar su propia trilogía de Tolkien (hace once años ya del estreno de La Comunidad del Anillo). Si lo vemos por ese lado,  bienvenida sea esta nueva aventura.
  
Bilbo y los trece enanos irán en busca de un gran tesoro.
La historia. Para quienes no conocen el argumento, lo contamos de manera muy sucinta: La historia ocurre sesenta años antes de los sucesos que se narran en El señor de los anillos. Bilbo Baggins es reclutado por Gandalf para que se una a un grupo de trece enanos comandado por el legendario Thorin Escudo de Roble. Su objetivo es llegar a la  Montaña Solitaria y recuperar un tesoro robado de las garras de Smaug El Dorado, el último dragón que existe en la Tierra Media. 


En su travesía, el grupo de valientes vivirá una serie de aventuras y Bilbo se encontrará con Gollum (Andy Serkis). Quienes no hayan leído la novela podrán conocer en esta primera parte la forma en que Bilbo obtiene el Anillo Único de manos de Gollum. Por supuesto, esa es la trama general y preferimos no contar más, pues no queremos arruinarles la película. En la cinta aparecen varios de los personajes de la trilogía anterior, algunos como parte de la novela, y otros incluidos por Jackson para alegría de los fans.

Galadriel (Blanchett), Saruman (Lee) y Elrond (Weaving) tienen una breve aparición.

La mayoría de las críticas es positiva, aunque por supuesto otras coinciden con algunos de nuestros reparos. Separemos nuestros apuntes en tres partes.

A favor.
En primer lugar, los efectos especiales son mejores y eso le permite a Jackson entretener a la platea con una serie de acrobáticas persecuciones, logradas escenas de acción y personajes de fantasía bastante convincentes. Los efectos visuales también le permiten impresionar con los paisajes de la Tierra Media, mientras que lo extenso del metraje (169 minutos, es decir, poco más de dos horas con cuarenta minutos) le da a Jackson la ocasión de ahondar en detalles para felicidad de los fanáticos de Tolkien. 


Thorin (Richard Armitage) es el valiente líder de los enanos.
La breve aparición de personajes como el anciano Bilbo (Ian Holm), Galadriel (Cate Blanchett), Elrond (Hugo Weaving) y Saruman (Christopher Lee), entre otros, brinda una sensación de continuidad que dejará satisfechos a los fans. Martin Freeman (el joven Bilbo), ya lo mencionamos, se ha ganado el favor de los críticos (incluso de aquellos que no han gustado de esta primera parte). 

Richard Armitage (Thorin Escudo de Roble) cumple en cierta forma el papel heroico y solemne que le tocó a Viggo Mortensen (Aragorn) en la trilogía original, mientras que el resto de enanos aporta el arrojo, la fraternidad y los momentos graciosos que cumplían los integrantes de la Comunidad del Anillo. Aquí Ian McKellen regresa a su inolvidable, rudo pero noble personaje de Gandalf el Gris, papel que lo hace más cercano que el solemne y ceremonioso Gandalf El Blanco.

Gandalf El Gris (Ian McKellen), uno de los mejores personajes.
En contra. El Hobbit nació como un cuento para niños: si bien posee la fantasía de Tolkien, dista de la gravedad y el tinte heroico y sacrificado de El señor de los anillos. El Hobbit es una gran aventura, pero una aventura menor frente a la trilogía de Frodo y compañía. Por ello hay quienes señalan que en esta nueva cinta hay más efectos especiales y personajes fantásticos que historia en sí (es sencilla y será la misma en las dos siguientes entregas) y que buena parte de la conexión del público se debe, según las críticas, a la simpática interpretación que hace Martin Freeman (Bilbo Baggins)


Las críticas a favor resaltan los efectos especiales y el nivel estético de la cinta.
En el mejor de los casos, se trataría de una película con algunos buenos momentos de aventura (más que de acción) envuelta en la estética y el estilo de El señor de los anillos. 
Digamos que es una extensión de lo visto en la trilogía original (aunque en realidad sucede antes) y que se ha convertido en tres nuevas películas con fines netamente económicos.

Nos queda la sensación de que Guillermo del Toro (El laberinto del Fauno, Hellboy) hubiese podido dar  frescura a la franquicia, aunque para fines comerciales, es posible que los productores hayan respirado más tranquilos al saber que Jackson regresaba a la dirección. Total, la fórmula sin cambios asegura él éxito de taquilla. 

Gollum (Andy Serkis) está de regreso.
La duda. El formato de proyección elegido por Jackson es de 48 fotogramas por segundo (fps). Esto genera que se pierda la imagen tradicional de las películas de cine (que se pasan a 24 fps). Según los críticos, la proyección se acerca más a ver una película en DVD de alta nitidez. ¿Es bueno eso? Los espectadores en los adelantos de prueba señalaron que era como ver una telenovela. En respuesta, Jackson señaló que la idea era lucir al máximo todos los detalles de las imágenes. No sabemos si dicho formato se verá en nuestras salas locales o si nos tocará la proyección tradicional.

En todo caso, los fans estarán de plácemes y si Jackson al final logra una entrega aceptable. ¿Qué más podemos pedirle? El cine es también fantasía, diversión, sueños y momentos gratos como el que regalaban las antiguas seriales en blanco y negro. ¿A qué ponernos exquisitos? Sin duda lo haremos en su momento. Mientras tanto, nuestros mejores deseos para que El Hobbit satisfaga las expectativas de todos aquellos que vayan al cine a ver esta película.





2 comentarios:

  1. Muy cierto, las partes mas flojas del señor de los anillos fueron cuando Jackson se alejo de la historia original, como el ataque de los huargos camino al abismo de Helm o la supresion de un personaje como Tom Bombadil. Ojala que duracion de esta nueva trilogia se deba a querer contar una historia mas rica en detalles y personajes y no a una razon meramente comercial

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  2. Tom Bombadil es un personaje extraño en la saga de El señor de los anillos, al punto de que Jackson decidió retirarlo de la cinta pues no afectaba la trama central. En la novela, se le menciona, por ejemplo, en el Concilio de Elrond: allí evalúan darle el Anillo Único porque no tenía efectos sobre él. Parece estar alejado de todo y su concepción está más cerca del estilo literario de El Hobbit. En lo personal, al analizar el personaje lo tomé como una proyección del mismo Tolkien dentro del mundo que había creado, pues además se decía "que estaba desde antes de la creación". Lo cierto es que hay varias teorías y no deja de ser un personaje muy curioso. Acerca de la nueva película, solo queda verla y saber si aún mantiene la magia de la obra de Tolkien. Gracias por comentar.

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