lunes, 4 de febrero de 2013

S.O.S: Comedia en apuros

Una comedia familiar convencional y sin mayores pretensiones.
Empezamos el primer post de cine para este año con un reciente estreno: S.O.S. Familia en apuros (Parental guidance, 2012), un comedia familiar que llegó con un poco de retraso a nuestra cartelera (fue estrenada en diciembre en Estados Unidos). ¿La historia? Una pareja de esposos se ve en la necesidad de dejar a sus tres pequeños hijos a cargo de los abuelos maternos por unos días. ¿El atractivo de la cinta? En lo personal, era gozar con la presencia de los veteranos Billy Crystal (When Harry met Sally) y Bette Midler (Hocus Pocus), quienes se encargan de interpretar a Artie y Diane Decker, los atribulados abuelos.

Lo cierto es que estamos ante una comedia convencional, graciosa por momentos, aunque sin vuelo. Y es una lástima, pues tenía muchos elementos para explotar: el contraste entre padres y abuelos en la forma de educar a los niños, las inquietudes propias de los pequeños frente a la mirada tradicional y chapada a la antigua de los abuelos, la sorna acerca de las modernas forma de educar a los niños o, simplemente, la habilidad tan natural de Billy Crystal de hacernos reír con un comentario o una ironía sin siquiera cambiar de expresión. Y todo lo que describimos no se nos ocurre de la nada, pues son elementos a las que apela la cinta en varios momentos aunque solo de forma superficial y como excusa forzada para generar alguna situación cómica.

Artie (Crystal) y los niños dan lugar a los mejores momentos.
Andy Fickman, el director, prefiere ir por lo seguro y el resultado es una comedia bastante simple que bien pudo ir directo a video. Billy Crystal es el abuelo desconcertado y el que aporta los mejores momentos graciosos, Bette Midler se limita a sostener su actuación a base de carisma, y Marisa Tomei (que interpreta a Alice, la madre de los niños) cumple un papel que pudo hacerlo cualquier otra actriz (qué lejanos están los tiempos de su encantadora aparición en Mi primo Vinny (My cousin Vinny, 1992). Ni siquiera la escena en que Billy Crystal y Bette Midler cantan frente a sus nietos logra pasar de lo anecdótico.

La cinta es tan acartonada que algún tipo de trama adicional o recurso, como la relación entre Alice y sus padres, se nos presenta en un par de diálogos y se resuelve igual. Lo mismo sucede con Artie, el abuelo, quien es un apasionado narrador de partidos de beisbol (aquí Billy Crystal está a sus anchas). El estilo ingenuo y edulcorado de la película, habitual en muchas comedias de este tipo, tampoco ayuda. Y sin embargo, ese tal vez sea su mayor mérito: ser una comedia que puede verse con los más pequeños (aunque no sabemos cuán divertida sea para ellos).

Midler y Crystal en un formato simple.
Desde nuestro humilde punto de vista, las comedias familiares de hoy carecen del nivel de largometrajes que, sin ser extraordinarios, eran superiores como Mi pobre angelito (Home alone, 1990 y 1992) o El padre de la novia (Father of the bride, 1991 y 1995). 
Algunas llegan a tener chispazos, pero les falta el encanto de pequeñas cintas como Baby's day out (1994) y Mousehunt (1997). 
Es curioso como aquel buen gusto por contar historias en tono de comedia se ha trasladado a películas animadas como Toy Story (1995, 1999, 2010), Monsters, Inc. (2001), Ratatouille (2007) o Up (2009). Sin duda, no toda pero buena parte de las comedias familiares de hoy está en apuros. 

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