viernes, 13 de abril de 2012

John y Marte

John Carter (2012) es considerada (o va camino a serlo) como el más grande fracaso en la historia del cine. Esto debido a una declaración dada por la Disney el 19 de marzo donde afirma que espera una pérdida de 200 millones de dólares por la película, lo cual la califica como el más grande fracaso cinematográfico en la historia del cine.


La cinta del director Andrew Stanton fue lanzada como la primera película de acción en vivo (live action) de los estudios Pixar, de hecho Stanton es conocido por ser co-autor de grandes éxitos animados como Toy Story (1995), Toy Story 2 (1999), Finding Nemo (2003) y Wall-E (2008), por mencionar algunos títulos.


John Carter es un personaje tomado de las novelas de  Edgar Rice Burroughs (creador de Tarzán) que tienen a Marte como escenario principal y que fueran publicadas a partir de 1917. En la década de 1930, Bob Camplett, famoso por su trabajo con los personajes de Looney Tunes, intentó crear una película animada de este personaje.


La película tiene el gran problema de no poder quedarse en la mente del espectador o, como muchos lo han mencionado, de no poder cautivar a su público, lo que finalmente da la sensación de estar presenciando una película para "pasar el rato". Si bien los escenarios han sido muy bien logrados, lo mismo que los personajes animados, el guión de la película es bastante sencillo y no ofrece momentos en los que el espectador quede deslumbrado por algún giro insospechado, todo es perfectamente previsible.


Los efectos tienen el gran mérito de no ser un mero catálogo de presentación de alguna empresa (como sí sucedió en el nefasto Episodio I de Star Wars), no son exagerados y contribuyen a la historia, podemos decir que los efectos no son los protagonistas de la cinta. Pero los protagonistas tampoco logran convencer que son ellos el principal motor de la historia. Taylor Kitsch ( a quien vimos como el mutante Gambit en X-Men Origins: Wolverine) se muestra bastante inexpresivo como John Carter, mientras que Lynn Collins (quien aparece como Kayla Silverfox en la ya mencionada X-Men Origins: Wolverine) quien interpreta a la princesa Dejah Thoris, por momentos exagera sus gestos y reacciones. En general el elenco no será recordado por haber ofrecido actuaciones convincentes, contrariamente a lo que puede verse con los personajes animados.


Creemos que el principal motivo del fracaso de esta aceptable cinta de aventuras galácticas, se da en la comparación que se le hace con otras del mismo tipo como la saga Star Wars o Avatar. El gran error ha sido no tener siempre en mente que el espectador ya tiene en la mente cintas que, sin llegar a ser extraordinarias, ya han presentado previamente muchos de los elementos que John Carter muestra: las batallas en la arena (Star Wars Episode II), los nativos de otro mundo (Avatar) e incluso las cavernas llenas de símbolos (elementos similares a los vistos en la serie de televisión Smallville). Curiosamente el origen de la historia (las novelas de Burroughs) es antecesora de todo lo mencionado. ¿Estamos entonces ante un caso de "llegar tarde"?




John Carter se deja ver, pero no disfrutar. No es una mala película, pero no llega a entusiasmar. Y para los que esperaban ver una continuación, pues será mejor esperar un reboot dentro de muchos años.



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