Bienvenido 2013

El 2012 fue un año peculiar, como ningún otro que recuerde, ya que nació amenazado de muerte y hasta con fecha de defunción y no se trataba del 31 de diciembre. De alguna manera alguien interpretó que el 21 de diciembre, 10 días antes de pasar al 2013, el mundo simplemente dejaría de existir de la forma en que lo conocemos.

Y bueno, seguimos aquí.

Según algunas personas, en estos momentos ya deberíamos haber sufrido un meteorito cayéndonos encima, un planeta debería habernos "visitado", una serie de desastres naturales ya deberían haber arrasado muchas ciudades y países, todos nuestros artefactos eléctricos y electrónicos deberían haber dejado de funcionar y deberíamos haber vuelto a una especie de "era de las cavernas" por tres días o más. Pero nada de eso sucedió.

El 2013 nos llega sin profecías y sin desastres anunciados. Es decir, sin miedos.

Así que tomemos estas 365 nuevas oportunidades que aparecen delante nuestro y hagamos que nuestras vidas sean mejores.

Son nuestros mejores deseos para el 2013.